Análisis Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito

Dragon Quest VIII, un RPG que hace honor al género

Vivimos en una época de cambios, donde lo que antaño funcionaba ahora se ha quedado obsoleto y debe ser alterado para adaptarse a los gustos de los jugadores actuales. Por supuesto, no todo el mundo ve con buenos ojos que su saga favorita (Final Fantasy por ejemplo) sea objeto de experimentos que pueden salir mal. Pese a ello, hay algunos juegos que resisten al cambio y ahí es donde entra la serie Dragon Quest que, tras 30 años en activo, sigue ofreciendo a los jugadores la misma experiencia jugable. La versión de Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito destinada a Nintendo 3DS, como era de esperar, es exactamente idéntica a la que muchos de vosotros pudisteis disfrutar en PlayStation 2 hace más de una década, solo que cuenta con algunas novedades que más adelante trataremos. Si jugasteis al original y tenéis pensado volver a hacerlo con esta nueva versión, veréis que hay algunos cambios en algunas partes concretas. No estamos ante un port 1:1 de la versión de PlayStation 2.

Dragon Quest VIII, en su versión para Nintendo 3DS, se puede describir como una versión mejorada. Los cambios realizados por Square Enix no alteran nada la jugabilidad de la obra de Level-5 ya que no están relacionados con el sistema de batalla, de aprendizaje de habilidades, subida de nivel, etc. Si alguien tenía alguna duda en este aspecto, podemos anticipar que Dragon Quest VIII está intacto en lo que respecta a la base conocida; Square Enix ha mantenido la obra original tal y como la recordamos. Dragon Quest VIII es un RPG que hace honor al género que representa, y más valor debe dársele si tenemos en cuenta los cambios que están viviendo algunos juegos que antaño eran grandes exponentes de los J-RPG. Dicho esto, vamos a ponernos manos a la obra para ver qué nos ofrece Dragon Quest VIII en todos los apartados. La obra de Level-5 es una aventura que nos absorberá y nos requerirá muchas horas de juego, así que id buscando tiempo porque el periplo será muy largo.

La senda de un héroe de misterioso pasado

La historia de Dragon Quest VIII empieza con una catástrofe proporciones bíblicas: el castillo del Rey Trode ha caído presa de un hechizo por culpa de un brujo llamado Dhoulmagus quien, en su afán de conseguir más y más poder, roba un centro custodiado bajo fuertes medidas de seguridad. Tras adquirir el poderoso cetro, el cual guarda un peligroso mal en su interior, el castillo y todos sus habitantes caen en un extraño embrujo en el que quedan dormidos eternamente hasta que el cetro regrese a su lugar de origen. Afortunadamente, no todos los habitantes han sido presa de este hechizo  ya que hay tres personas que han conseguido librarse: el héroe de nuestra historia, el propio Rey Trode y su hija la princesa Medea. Eso sí, estos dos últimos personajes han sido transformados en un bicho verde y una yegua respectivamente. Es evidente que hay que deshacer este entuerto lo antes posible y para ello debemos emprender una aventura cargada de misterios y peligros que nos llevarán a enfrentarnos al máximo representante de la oscuridad.

Evidentemente, el héroe (nosotros) no estará solo en esta difícil empresa y contará con la ayuda de tres personajes más: Yangus, Jessica y Ángelo. El primero es un ladrón reformado que nos acompañará desde el principio y que nos trata como si fuéramos su jefe. Yangus nos proporcionará fuerza bruta y algunos de los momentos más cómicos del juego gracias a sus continuos roces con el Rey Trode y otras situaciones variadas. A pesar de su aspecto, Yangus tiene un corazón de oro y un valor sin igual. A Yangus se le coge cariño nada más empezar el viaje en Dragon Quest VIII. El ladrón es experto en el uso de tres armas concretas, siendo estas: hachas, garrotes y guadañas. Cada una contará con sus propias habilidades para el combate, ofreciéndonos diferentes mejoras con la subida de nivel y el gasto de puntos de destreza.

Jessica, por otra parte, es una joven con habilidades mágicas y que nos servirá de apoyo, ya sea con magia de ataque, defensiva o curativa. Se trata del miembro menos resistente del grupo por lo que habrá que andarse con ojo. Eso sí, es una joven explosiva de armas tomar y que no se amedrenta ante nada. Su unirá al grupo al poco de empezar tras sufrir una grave pérdida y que no comentaremos para evitar spoilers. La joven hechicera, al igual que el anterior personaje, puede usar otras armas y son las siguientes: látigos, puñales y bastones: Además de las armas, cada una con habilidades únicas, Jessica puede invocar potentes conjuros de ataque, conjuros para proteger o revivir a sus compañeros, y también curativa por si en algún momento nos encontramos al borde de la muerte. Evidentemente, se trata de un personaje muy importante dentro del grupo.

El último miembro del grupo, el cual tardará un poco en unirse a nosotros, es Ángelo: un joven calavera, seductor y mujeriego que tan pronto está con una que le echa una mirada a otra que pasa por su lado. Además le gusta apostar en partidas de cartas. Se puede decir que Ángelo es un vividor al que le gusta disfrutar de todo lo que le rodea. Lo tiene todo, a pesar de ser un caballero templario encargado de proteger a la máxima autoridad eclesiástica en Dragon Quest VIII. Cómo ha llegado un joven así a convertirse en un caballero templario es algo que veremos durante el juego, pues Ángelo es más de lo que aparenta a primera vista. El joven caballero templario no rehúye de sus obligaciones y es un fiel protector, que además tiene la posibilidad de usar armas como: estoques, arcos y bastones. También puede acceder a conjuros de ataque.

Por supuesto, no podemos olvidarnos del héroe de esta historia, un joven misterioso y parco en palabras al que no le ha afectado la maldición de Dhoulmagus por algún motivo y que será el encargado, junto a los personajes ya citados, de poner fin a los planes del hechicero. El Héroe es experto en el uso de armas concretas, siendo estas: espadas, lanzas y bumeranes. Cada una cuenta con su propia habilidad, pero para ello deberemos desbloquearlas con los puntos de destreza que iremos cosechando por cada subida de nivel. Algunas de ellas son realmente devastadoras y pueden acabar con varios enemigos al mismo tiempo. Dada su misteriosa condición, el Héroe también puede ejecutar una serie de hechizos, como de ataque y curación. Es un personaje todoterreno y que se adapta perfectamente a todo tipo de situaciones y, al igual que sus compañeros, podrá acceder a un amplio arsenal de armas y armaduras.

Dragon Quest VIII: misma esencia, pero con novedades

Dragon Quest VIII es un RPG tradicional que cuenta con un sistema de combate clásico, es decir, por turnos y mediante el uso de comandos. Esta nueva versión de la obra de Level-5, para Nintendo 3D, no ha variado un ápice en lo que respecta a la jugabilidad, sistema de habilidades, mundo, etc. No obstante, sí veremos algunos cambios y uno de ellos está relacionado con la aparición de los enemigos. En la entrega original de Dragon Quest VIII, los encuentros eran completamente aleatorios, es decir, los enemigos salían cuando ellos querían para bien o para mal nuestro. En esta edición, los encuentros ya no son aleatorios puesto que los enemigos aparecen en el mundo del juego; tienen forma corpórea. Para entrar en combate con ellos, bastará que nos acerquemos nosotros a ellos y viceversa. Esta nueva medida tiene sus pros y sus contras, siempre dependiendo del punto de vista del usuario. Por una parte, podremos ver dónde se encuentra el enemigo y evitar una confrontación indeseada. Por otra, se pierde el factor sorpresa/riesgo.

Como todos sabéis, Dragon Quest VIII ofrece la posibilidad de jugar con cuatro personajes (ya citados con anterioridad), aunque para esta versión se han implementado dos más: Morrie y Rubí. Sí, el director de la Arena de Monstruos y la ladrona compañera de faena de Yangus, personajes que ya vimos en la versión original, estarán disponibles como miembros del grupo una vez cumplidos ciertos requisitos. Por supuesto, cada uno contará con su propio abanico de ataques especiales para ayudarnos en el combate y, evidentemente, podremos mejorarlos con los puntos de destreza. Añadir que no podremos usar a los seis personajes al mismo tiempo, por lo que tendremos que sustituir a dos de los principales por Morrie o Rubí. Otra de las novedades incluidas en Dragon Quest VIII es un modo foto, gracias al cual podremos realizar capturas, editarlas con filtros y otros añadidos, y compartirlas mediante Street-Pass para recibir recompensas. Si tenéis alma de fotógrafo, seguro que le sacáis mucho partido a una nueva opción. También se ha añadido un modo para acelerar el combate y guardado rápido.

Otra de las novedades implementadas en esta versión de Dragon Quest VIII está relacionada con el argumento, el cual sigue siendo el mismo que en la versión original, pero que cuenta con algunas escenas cinemáticas nuevas para explicar mejor la historia y mostrar una trama algo más compleja. Por supuesto, se mantiene los dos finales alternativos y la mazmorra secreta de la obra original, a lo que debemos añadir también dos nuevos arcos argumentales: uno que nos cuenta los orígenes del liante de Dhoulmagus y otro que nos contará el pasado del Héroe antes de convertirse en lo que es en la actualidad. Por supuesto, no vamos a deciros absolutamente nada de ello ya que se trata de material completamente original. Por último, comentar que Dragon Quest VIII, para Nintendo 3DS, cuenta con algunas mazmorras y monstruos nuevos. Como podéis observar, Square Enix no se ha limitado a portear lo ya existente, sino que ha añadido algunas cosas para hacer que esta versión sea la más completa hasta la fecha.

Manteniendo el tipo en Nintendo 3DS

Dragon Quest VIII fue uno de los mejores juegos a nivel visual que recibió PlayStation 2, sobre todo gracias al excelente uso que Level-5hizo de la técnica cel-shading. Colorido, vibrante y aderezado con los diseños del maestro Akira Toriyama (Dragon ball, Dr. Slump, etc.), la obra del estudio japonés entraba rápidamente por los ojos. Evidentemente, el juego ha mantenido en su salto a Nintendo 3DS todo el aspecto visual que nos encandiló en su momento y nos muestra un entorno gráfico bien adaptado a las capacidades de la portátil de Nintendo. Las comparativas entre versiones están completamente fuera de lugar. Obviando este detalle, la versión para Nintendo 3DS es un juego visualmente agradable, con modelos detallados y perfectamente reconocibles tanto dentro como fuera del combate. Ya sean personajes principales o monstruos, ambos gozan de un acabado a la altura de lo que se espera del dispositivo. Como siempre, las imágenes no hacen justicia al juego.

En lo que respecta al escenario que nos rodea, veremos que goza de un nivel de detalle algo inferior a lo que pudimos ver en la versión destinada a la consola de Sony. Hay algunas diferencias claras, sobre todo en lo que respecta a la saturación de los colores, mucho más vivos en Nintendo 3DS. Eso sí, por el camino se han quedado aspectos como: la resolución de las texturas de todo el conjunto, algo más bajas en la versión de la portátil de Nintendo; detalles como el suelo, donde en algunas zonas han desaparecido camino empedrado; ausencia de algunos árboles o de sombras en ciertos momentos y cosas así. También veremos recortes en las animaciones ya que han desaparecido algunas de movimientos especiales, como por ejemplo en el "hacha paralizadora" de Yangus. No son los únicos que veremos durante toda esta aventura por supuesto. Por último, comentar que esta versión sufre algo de aliasing y de un filtrado de texturas de menor calidad, así como algo de pop-in. Cosas del hardware y de los ports.

Evidentemente, no afectan en nada a la jugabilidad y a otros aspectos de la fantástica obra que nos ha traído de nuevo Square Enix y Nintendo. Son detalles en los que no repararemos, sobre todo los ojos inexpertos, cuando estemos disfrutando de Dragon Quest VIII: El periplo del Rey Maldito. En lo que sí repararemos es en la banda sonora del juego, que ha pasado de ser orquestada a ofrecer acordes MIDI en la versión occidental de Nintendo 3DS. Ha pasado exactamente lo mismo que con el remake de la séptima entrega y, de nuevo, se desconocen los motivos que han llevado a esta decisión. Tampoco afecta a la jugabilidad y en definitiva es cuestión de gustos, ¿no? Si por un casual os estáis preguntando si esta versión de Dragon Quest VIII sufre la temida censura para tapar carne, la respuesta es sí. Jessica, que es la que más cacha enseña con modelitos sacados de las mentes más calenturientas (es broma), contará con traje rehechos para no enseñar tanto. Se perdona por los añadidos extra.

Un imprescindible de Nintendo 3DS

Dragon Quest VIII: el Periplo del Rey Maldito es, sin lugar a duda, uno de los juegos imprescindibles para los usuarios de Nintendo 3DS. Si disfrutasteis con la séptima entrega, con esta no será menos. Historia mejorada gracias a la inclusión de nuevos arcos argumentales y escenas cinemáticas, nuevas opciones como la cámara o dos personajes controlables, un mundo enorme para recorrer a pie o montados en diferentes… se unen para dar forma un JRPG que nos exigirá horas y horas de juego, ya sea con la historia principal o las diferentes misiones secundarias que nos ofrece. ¿Han sufrido algún recorte con su paso a Nintendo 3DS? Sí, pero solo afecta al plano técnico y no al contenido, que ha dado un paso más allá para ofrecernos una obra que ningún amante del género debe dejar pasar por nada del mundo. Haced un sitio de honor en la estantería o en la memoria SD de vuestra Nintendo 3DS, porque Dragon Quest VIII lo merece.