(Ps3, 360)
Finalmente, quedan las opciones no jugables y el Dojo, que es el típico modo de entrenamiento, donde podremos probar técnicas y golpes contra enemigos que nunca mueren y que harán lo que les digamos, además de ofrecernos un completo tutorial. Después está el Museo, que sirve únicamente para consultar biografías de personajes, ver repeticiones de partidas guardadas o escuchar la BSO.
Y para terminar, está el modo de Personalización, en donde podremos equipar a los luchadores con objetos y técnicas que potenciarán sus caracterísitcas y los harán únicos. Y claro, como no podía ser menos, está el modo de juego Online. Por si ya no fuera suficiente con la cantidad de opciones que el juego ofrece de forma local, también podremos echar unas partidas contra otros jugadores a través de Xbox Live. La oferta va más allá de simples combates de 1 contra 1, y se pueden organizar torneos, además de contar con soporte para Xbox Live Party, marcadores y récords de batalla. En definitiva, estamos ante el que, probablemente, sea el juego basado en Dragon Ball más extenso desarrollado hasta la fecha, gracias a su largo modo historia y a la gran cantidad de modos adicionales.
"Dragon Ball Raging Blast" intenta recuperar el espíritu de los "Tenkaichi", consiguiéndolo sólo en parte debido a una serie de modificaciones y a ciertas ausencias. El sistema de lucha ha sido reducido en cuanto a complejidad, haciéndolo más simple, pero también más sencillo. Eso es algo que a unos agradará, y a otros no, y lo cierto es que tiene sus cosas buenas y sus cosas malas.
El plantel de personajes ha aumentado con respecto a "Burst Limit", pero se ha quedado muy lejos de su auténtica precuela, "Tenkaichi 3". En el resto de cosas, como en los gráficos y en las animaciones, se ha mejorado mucho, pero en general queda sensación de que la base no ha sido todo lo trabajada que podría. En realidad, esa podría decirse que es la sensación que queda tras varias horas de juego, que estamos ante un título que podría haber sido el más grande de los basados en el universo Dragon Ball, pero que simplemente se queda en la mitad, con mejoras pero también con fallos y ausencias. Como juego de lucha se queda en el montón, pero es un título que, sin duda alguno, hará disfrutar de lo lindo a los fans de Dragon Ball. Y si no, siempre nos quedará la esperanza de que éste sea el camino y la próxima entrega sea la del Dragon Ball definitivo.
Lo mejor
Es muy largo y proporciona muchas horas de juego.
Muchos modos de juego.
El sistema de combate es sencillo.
Los gráficos no decepcionan.
Traslada perfectamente la esencia y el espíritu de la serie.
Lo peor
El sistema de cámaras falla mucho.
Faltan muchos personajes.
No aporta muchas novedades con respecto a lo ya visto.
La curva de aprendizaje del sistema de combate es irregular.
Es sencillo al principio, pero cuesta mucho llegar a controlarlo del todo.
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