Análisis Dragon Age: Origins

La elección de nuestros compañeros de viaje afectará también al guión, por ejemplo, si contamos en nuestro equipo con cierto personaje puede alterar el desarrollo de determinadas situaciones. Como viene siendo habitual en los últimos títulos de Bioware, también podremos establecer relaciones sentimentales con cuatro de los personajes de acuerdo a la afinidad que desarrollemos con ellos. A pesar de la flexibilidad del guión,  el final es bastante similar tomemos las decisiones que tomemos, y únicamente afectarán a la  narración, a modo de carteles de texto, que nos contarán que sucedió con los personajes que nos hemos ido topando a lo largo de la aventura.  

Cosa que me recordó demasiado a los telefilmes basados en hechos reales. La cruzada de Dragon Age: Origins cuenta con episodios realmente memorables, del que destacaría la parte de Orzamar y la búsqueda del paragón que nos llevará a las mismísimas puertas de los engendros tenebrosos. Puestos a destacar, sin duda el personaje que más ha calado en general es el de Morrigan, aunque el resto del "elenco protagonista" también goza de una inyección considerable de carisma por parte del equipo guionista.

Jugabilidad

Decisiones, decisiones, decisiones. ¿Suena cansino, verdad? Pues para nada lo es en el título de BioWare y lo primero que tendremos que hacer al comenzar una partida de Dragon Age: Origins será escoger nuestra raza (elfo, humano o enano), sexo, tipo (guerrero, mago, pícaro) y clase social. Casi Nada.

Las decisiones que tomemos sobre la manera de ser del personaje influye directamente en la relación que podamos tener con los personajes no jugables que nos acompañan y nos apoyan a lo largo del camino. Al contrario que en Star Wars: KOTOR o Jade Empire no tendremos un karma marcado para ser repelentemente buenos o unos malditos bastardos. Las decisiones que tomemos afectarán de una manera u otra a nuestros compañeros de viaje y no conviene hacer enfadar a un aliado que nos puede ser muy útil ya que puede desembocar en su deserción de la aventura, lo que comunmente se conoce como un "me enfado y  no respiro", o bien se puede hartar de nosotros y darle por retarnos a un combate. Así que, tanto en este juego como en la vida, escoged bien a vuestros amiguitos.

Volviendo a nuestro ombligo, arrancaremos con una habilidad inicial dependiendo del tipo de personaje que hayamos creado. Aunque a medida que vayamos progresando y hayamos aprendido todas las habilidades posibles para nuestro perfil de personaje, podemos ir aprendiendo habilidades de otros perfiles. Dicho progreso, evidentemente, ira de la mano de los puntos de experiencia y los podremos conseguir explorando objetos y documentos, abriendo cerraduras o desactivando trampas.

Pero la manera más sencilla de conseguirlos será, por supuesto, machacando a nuestros enemigos. Entra en escena la selección de dificultad. Dependiendo de nuestras dotes de estrategia podemos limitarnos simplemente, en nivel fácil, a machacar sistemáticamente a nuestros enemigos, utilizando de vez en cuando alguna de nuestras habilidades, o a cavilar nuestros movimientos antes de enzarzarnos en una batalla en  modos más avanzados. A cada personaje podemos otorgarle una actitud frente al combate así como atribuirles algunas acciones predeterminadas de acuerdo al estado de salud, numero de enemigos, etc; en un sistema muy similar al utilizado en Final Fantasy XII y sus "gámbitos".

La alquimia también será necesaria para sacarnos de algún apuro. Según que personajes, magos generalmente, tienen la habilidad de poder fabricar pociones y venenos utilizando toda clase de hierbas y condimentos que vayamos encontrando. Incluso en el nivel fácil tendremos que hacer malabarismos con las habilidades de nuestros compañeros  para hacer más llevadera la aventura.

Para terminar el apartado, un par de advertencias. A la hora de mantener conversaciones, podemos ir pulsando X para saltar a la siguiente frase. El problema entra cuando pulsamos y nos saltamos un  tramo considerable de cinemática por nuestra impaciencia. Hay que tener cuidado con eso, igual que hay  que ser cuidadoso con el final. Si llegamos con un nivel de experiencia aceptable, 20 es el óptimo, podremos completar el juego, en unas 33~35 horas sin sudar demasiado. De lo contrario, meternos de lleno en la batalla final sin el nivel suficiente puede resultar realmente infernal.