DK, a la conquista de Occidente

Hablar de Donkey Kong es hacerlo de una de las sagas más antiguas de Nintendo y una de las que menos ha cambiado. Si bien el primer título de la serie nos dejaba al gorila como enemigo principal, el resto de títulos cambiaron las tornas en pos de ofrecer una experiencia de juego completamente diferente. En la época de Super Nintendo, un joven estudio con poca experiencia se unía a las filas de Nintendo en calidad de second party y tomaba las riendas de una nueva forma de ver al simio. Rare convertía a 'Donkey Kong' en un plataformas que a día de hoy sigue vivo, tras un descanso, y lo elevaba a la categoría de mito con tres entregas para Super Nintendo que solo podían describirse de una sola forma, reto.

Todos los títulos de Donkey Kong, dentro de su serie Country, son auténticos retos para superar las diferentes fases de los niveles. Las trampas, enemigos, saltos imposibles, son la tónica de todos los juegos de la serie. No es un título apto para cualquiera por su elevada dificultad, capaz de sacarnos de nuestras casillas en un abrir y cerrar de ojos y quitarnos a base de caídas o golpes de enemigos todas las vidas recolectadas. El desafío es gratificante tras ver en lo que se ha convertido la industria en los últimos años. Cada día los juegos son más fáciles y los retos casi han desaparecido. Son muy pocos los cruzados que se atreven a crear obras de este corte por miedo a ver como sus ventas empequeñecen debido a la dificultad.

Pese a todo esto, hay gente que todavía gusta de estos retos retorcidos y maquiavélicos y desarrolladoras que no han olvidado al jugón de pro, a ese que le gusta que le…, bueno, ya sabéis. Una de esas es Retro Studios, que en Wii devolvió a la saga Country todo el respeto que parecía haber sido olvidado. El estudio texano resucitó para la posteridad al gorila y sus amigos con una entrega digna, retante y apasionante en todos sus niveles. Su buen hacer fue reconocido con unas ventas más que decentes en una consola donde el público no era precisamente el más indicado. Sin embargo, Retro se arriesgó y gracias a ello 'Donkey Kong Country' ha vuelto al panorama del videojuego por todo lo alto.

Dejando de lado sus inicios

La historia de como empezó Donkey Kong es más que conocida por todos. El simio de Nintendo empezó su andadura siendo enemigo de Jumpman en una recreativa. Antes de conocer a Donkey Kong como se le conoce hoy en día, lo vimos en una placa arcade tirando barriles a un hombrecillo cuya principal misión era la de rescatar a una joven capturada por el gorila, ¿reminiscencias a la película King Kong? Eso parece a priori, hubo pleito por ello, pero nos da igual, Nintendo ganó y ahora podemos disfrutar de esa victoria. La recreativa tuvo un éxito tremendo tanto en su tierra natal como en Norteamérica, llegando a licenciarse en aparatos de videojuegos domésticos como Atari, Colecovision y la propia NES claro.

La máquina de salón recreativo pegó fuerte en Occidente. La creación de Nintendo para asaltar territorio desconocido dio en el clavo. Miyamoto, por aquel entonces un joven casi desconocido, pero con mucho talento, creó por orden expresa del ya fallecido Hiroshi Yamauchi un juego que a día de hoy sigue siendo un referente en el género de las plataformas, pero con un cambio drástico respecto a lo visto en la recreativa. Se puede decir que gracias a ella, la saga goza de una fuerte aceptación en tierras occidentales y del beneplácito de cualquier jugador amante de los retos. Nintendo puede estar contenta con lo conseguido, no es fácil mantener así a una saga, aunque es experta en ello.

Tras la recreativa, llegó una evolución que nadie se esperaba. La familia Kong pasaba de ser el enemigo, a protagonista absoluto. El género de las plataformas no cambiaba, pero sí lo hacía la mecánica jugable, que se asemejaba más a la vista en la serie Super Mario, que al título de la placa arcade. No solo eso, a nivel gráfico el juego daba un vuelco total, dejando al anterior a la altura del betún, los años no pasan en balde y la tecnología avanza de forma inexorable. Rare, con toda la trilogía, dejaba a las clara por qué a Super Nintendo la llamaban “el cerebro de la bestia”. 'Kong Country', 'Kong Country 2: Diddy’s Kong Quest' y 'Kong Country 3: Dixie Kong's Double Trouble!', fueron un hito en la plataforma y con gran aceptación en Occidente.

La saga Kong pega fuerte fuera de Japón

Rare en primera instancia y más tarde Retro Studios, han sido los principales artífices de los mejores juegos del gorila. Dos estudios occidentales han sabido darle a la saga la suficiente importancia lejos de Japón para que se convierta en un título del gusto de todos. Las ventas de los juegos son, en la mayoría de los casos, superiores en Occidente, donde la saga tiene una gran aceptación y sus ventas se cuentan siempre por millones. Ambos estudios tienen algo en común y es ese amor por dar a los jugadores un juego que no se fácil y nos exija de forma escalonada dar lo mejor cuando estemos con el mando en las manos. ¿Es por ello que el juego tenga más público en Occidente? ¿Los orientales rehúyen los retos exigentes? Es posible.