Dishonored

Hasta el momento puede parecer que con semejantes poderes y habilidades a nuestra disposición, Dishonored es fácil o sencillo, pero ni mucho menos. Dicha afirmación dista de ser verdad más de lo que parece. Usar un poder restará grandes dosis del contenido de nuestra barra de "maná", y, como pudimos ver en la segunda partida, un disparo a la cabeza puede matar, una caída puede quitarnos toda la vida que tengamos, y avanzar y progresar será de todos menos sencillo.

Es un juego muchísimo más old school de lo que parece, y requerirá paciencia, precisión y habilidad a partes iguales.

El replay a dicha fase se hizo sin tener piedad ni pudor alguno y desde el primer momento pudimos disfrutar de disparos, poderes sobrenaturales de impresionante factura y acción, mucha pero que mucha acción, todo lo contrario a lo que habíamos visto hasta ese momento. Casquillos, efectos especiales y vertiginosas y dinámicas situaciones nos mantuvieron entretenidos como si fuese la primera vez que veíamos el desarrollo de la fase.

Gracias a eso pudimos ver nuevos poderes, como el que convoca ratas que atacan y se comen hasta la última parte de los cadáveres de nuestros enemigos (impresionante verlos intentando liberarse de ellas, rendirse, morir y acabar desplomandose para después ser carcomidos por dichos animales: primero sale sangre, después aparece el cuerpo sin piel y, por último, los huesos), o el que permite parar el tiempo para que las balas vayan a cámara lenta y podamos disparar headshoots sin demasiado apuro.

También gracias a ello apreciamos los brillantes detalles del gunplay (como que dependiendo de a que parte del cuerpo a la que disparemos, nuestros enemigos reaccionarán de una manera u de otra, el ejemplo más claro es claramente disparar a la rodilla para verlos saltar a la pata coja mientras emiten gritos de dolor) y nuevas posibilidades, como la de bloquear, contraatacar o caer desde plataformas más altas de lo normal acabando con la vida del enemigo que tengamos debaje de manera instantanea.

Técnicamente el juego luce bien aunque sin pretensiones demasiado altas y adquiere un efecto de dibujado que propulsa su apuesta artística, en lo que realmente es atractivo. Recuerda muchísimo a BioShock, otro juego que, sin ser demasiado puntero en lo técnico, lograba brillar con la ambientación y el diseño que se le dieron.

Cabe destacar a pesar de eso las animaciones, muchas más de las que aconstumbran a presentar los juegos en primera persona, ya que veremos distintos movimientos para acabar con los enemigos, contraatacar y, en general, hacer cualquier cosa que se nos ocurra. Salvando un poco las distancia las impresiones son las que uno posee tras terminar de probar Battlefield, juego que presenta animaciones que habitualmente los demás fps no utilizan.

La HUD se compone única y exclusivamente de dos "rayos" con el aspecto de la cicatriz de Harry Potter, uno de ellos de color rojo, para la vida, y otro azul, para indicar nuestra cantidad de magia. Junto a ellos está el poder que tenemos seleccionado en ese momento. Para cambiar de poder o de magia, podemos abrir la típica rueda de selección. 

Como detalle, abrirla no para el tiempo, simplemente lo ralentiza, lo justo para que podamos cambiar de inventario en combate sin temer por nuestra salud, y lo justo al mismo tiempo para que no podamos usarlo para tomarnos un descansito o preparar grandes estrategias.

En resumidas cuentas, y como decíamos al principio, Dishonored nos parece tan impresionante como espectacular. Un proyecto que llega sin hacer todo el ruido que debiera y que parece ir a situarse en el privilegiado puesto al que los seguidores del sector solo han ascendido obras de la talla de BioShock, y hacerlo a estas alturas de generación en las que lo hemos visto casi todo, tiene aún más mérito.

Un apartado técnico que sabe aprovechar sus armas, ocultar sus defectos y gustar al espectador. Un ambiente sonoro que, como ya es constumbre en Bethesda, llegará con una localización al castellano de impecable factura. Y una jugabilidad que brilla por la espectacularidad, la gama de opciones brindadas, y lo divertida, retante y llena de posibilidades que es.

Esas son las características que hacen de Dishonored una atractivo, único y brillante aventura que apura las últimas semanas en su desarrollo y cuya salida nosotros ya aguardamos con auténtico interés.

Os recomendamos hacer lo mismo, porque el sleeper del año parece ya tener nombre.