Crisis: El factor multiplataforma

Opinión

Página 2

26/01/2013 11:00

La potencia real de Wii U es digna de cuarto milenio y aún con la consola en el mercado no se sabe hasta dónde dará de sí. Cuestión que probablemente se mantenga hasta que Microsoft y Sony presenten su nuevo hardware y se muestren al fin todas las cartas en esta partida que tiene a las tres grandes con cara de póker.

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Sony ofrecerá herramientas de programación más asequibles

Mientras Wii U se mantenga como hija única, y salvo exclusivos de Nintendo y de alguna que otra third party - me temo que mi bola de cristal no vislumbra muchos para 2013 - lo normal en el catálogo de la sobremesa es recibir material multiplataforma, más adaptaciones de proyectos ya planteados que con suerte irán más allá del port directo y añadirán funcionalidades para el Wii U gamepad y la experiencia de juego asimétrico. Mientras las grandes compañías ultimen sus motores de nueva generación la convivencia de Wii U con PS3 y 360 hará que los vídeos comparativos entre versiones se conviertan en tortuosos "encuentra las tres diferencias: Nivel experto".

¿Y después? Pongamos que en el próximo E3 Sony y Microsoft se lanzan al ruedo y presentan sus consolas, y que antes de que termine 2013 al menos una de ellas acompaña a Wii U en el mercado. ¿Cuánto de potente será respecto a su antecesora? ¿Veinte veces? ¿Diez veces? ¿Cuatro? ¿Dos?

Si nos preguntan hace unos años diríamos que PS4 y 720 serían unas bestias gráficas, consolas capaces de mover 'Avatar' en tiempo real - ¿quién dijo esa patochada...? - apostando por un control tradicional de sticks y botones y multiplicando sus chips y y gigas de RAM como si no hubiese mañana. La situación actual de crisis ha tornado esa tendencia y eso es algo que compañías de videojuegos y consolas  deben tener muy presente.

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¿Un Call of Duty ultrarrealista? ¿Hace falta?

A nadie le sorprendería que Sony y Microsoft lanzasen al mercado propuestas en las que la potencia gráfica no sea el principal reclamo, consolas con la suficiente potencia como para equipararse con un PC de gama alta, capaces de recrear efectos de luz y partículas nunca vistos en sobremesas y aún así ofrecerse a un precio no superior a los 350-400 euros, posiblemente con un reclamo innovador en forma de control/accesorio como las rumoreadas gafas o una versión mejorada de Kinect que lea hasta los dedos y venga acompañada del esperadísimo "Piedra-papel-tijera edición limitada".

Fuera bromas, el escenario de tres consolas con una potencia gráfica similar resulta ideal para casi cualquier compañía de videojuegos que se dedique a lanzar multiplataformas. Los costes de desarrollo de nuevos motores capaces de sorprender son muy altos, las apuestas cada vez más arriesgadas - de ahí que veamos tanta tercera y cuarta entrega de sagas exitosas que se secan en pocos años - y poder desarrollar un motor único que apenas lleve trabajo de adaptación es el sueño húmedo de cualquier directivo. (Incluyese aquí el sonido de una caja registradora abriéndose, ya me entienden).

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