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Afortunadamente, durante todo el juego dispondremos de un taser para freir durante unos instantes a nuestros enemigos y aprovechar ese momento para atacar. Y, en ocasiones, podremos rematar a un enemigo como si se tratara de un Manhunt un tanto descafeinado.
Como buen policía, las herramientas forenses de las que dispone nuestro protagonista serán vitales para progresar en nuestra investigación y, consecuentemente, en la historia. Mientras utilizamos las herramientas, no podremos utilizar ningún arma por lo que su inclusión en el juego ha sido un movimiento inteligente para alimentar la tensión. Pero no sólo necesitaremos nuestro kit de C.S.I. para abrirnos camino.
En ocasiones avanzar por el mapa requerirá buscar una herramienta adecuada para sortear obstáculos, por ejemplo un hacha para partir una puerta. Por lo que serán muchos sotanos oscuros y llenos de enemigos los que tengamos que visitar con el objetivo de conseguir la dichosa herramienta. Una vez completada la campaña, a pesar de la satisfacción, no nos quedará prácticamente ningún motivo más para re-jugarlo inmediatamente, más allá de los logros rezagados o el sacar el otro final, para lo que sólo tendremos que rejugar el último capítulo.
Evidentemente, hace cinco años las cosas eran diferentes pero el juego ha envejecido bastante bien. El tosco y mejorable modelado de los personajes contrasta con el cuidado detalle de los escenarios en los que la iluminación, o el buen uso de la poca que hay, tiene el principal papel protagonista. Así es, la ambientación lumínica provoca una inmersión tal que nos invitará a doblar las esquinas con cuidado y temor, como se tercia en un buen survival horror.
Por otra parte, es interesante el uso de la luz ultravioleta para seguir pistas y el cambio de textura en la imagen cuando Ethan está siguiendo una huella psíquica.
El título partio de la base del motor de F.E.A.R., probablemente la franquicia más conocida de Monolith, el cual solo sufrió pequeñas mejoras para emplearlo en Condemned A pesar de lo detallado de los escenarios, sorprende la falta de interactividad con este. Es decir, podremos romper una puerta con un hacha pero no hacer ni un solo arañazo a cualquier mueble u objeto qué permanecerá impasible ante cualquier ataque.
Por si fuera poco la genial inmersión gráfica, un uso excelente del 5.1 acabará de hacer las delicias para aquellos con un equipo de sonido minimamente adecuado. La voz de Greg Grunberg, conocido por su papel de Matt Parkman en la serie "Heroes", fue la escogida para acompañarnos durante el juego, adjunta a la garganta digital de Ethan Thomas.
El compositor Nathan Grigg no se calentó la cabeza con las composiciones, en este juego prima la ambientación sonora con una música destinada exclusivamente a potenciar la experiencia empática.
Condemned es uno de esos títulos que tanto se ven al fondo de las montañas de ofertas de juegos de segunda mano y que probablemente pase desapercibido, sobretodo por aquellos que llevan pocos años en esta generación de consolas. Sin duda, es un título ameno, corto y un ejemplo de buen hacer en los inicios de la Xbox360.
Lo mejor
FPS atípico y digno título en el género survival horror.
Ambientación extraordinaria.
Lo peor
Trabajo gráfico desequilibrado.
Defenderse cuesta demasiado.
Mecánica un tanto repetitiva.
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