Análisis Cloudberry Kingdom

'Super Mario Bros', 'Super Meat Boy' o el reciente 'Stealth Inc' son algunos de los títulos que recuerdan perfectamente a Bob y su 'Cloudberry Kingdom'. En ciertos momentos parece que estemos jugando a la versión "cutre" del primer videojuego de Mario Bros en la Nintendo, pero no hay que engañarse, hasta el propio videojuego del fontanero era mucho más sencillo que los abrumadores niveles de este título digital. Olvidaros de los champiñones o las vidas que nos permiten tener una nueva oportunidad, si somos alcanzados por algunos de los enemigos en 'Cloudberry Kigndom', no hay tiempo para las oportunidades, un movimiento en falso y Bob desaparecerá de la pantalla y vuelta al principio del nivel para intentarlo de nuevo.

Tras morir cien veces... sigo intentándolo

Ni tan siquiera los escasos puntos de control señalizados con una moneada y una “C” en grande ayudan a que el videojuego no sea un verdadero y, a veces, absurdo desafío para el jugador, consiguiendo en muchas de las partidas sacar de quicio hasta al jugador con mayor paciencia del mundo. Así es 'Cloudberry Kingdom', te matan 100 veces en un nivel y sigues intentándolo, y si sigues intentado terminarte el nivel es simplemente porque te gusta.

Ensayo y error, ensayo y error

El jugador no siempre tendrá que saltar de plataforma en plataforma intentado subsanar el error con el que ya contaba conseguir en su anterior intento, puesto que en algunas de las fases, el reto se multiplica poniendo un nuevo peso a la enorme dificultad que contiene en algunos de sus niveles. Ya no se trata únicamente de pegar brincos con Bob, en muchos niveles tendremos que utilizar un jetpack, una rueda que parece que estemos en los niveles de hielo de 'New Super Mario Bros' resbalando continuamente y hasta podremos jugar con una especie de Bob gigante al que el escenario se le hace enormemente pequeño.

A todo esto le sumamos los enemigos, que muchos de ellos recordarán plenamente a los videojuegos de Mario, plataformas móviles que complican nuestros saltos y trampas que nos harán ser todo lo preciso posible para no caer al vacío. Su dificultad en jugabilidad se suma a lo brusco que llega a ser Bob en sus movimientos, que parecen sacados, como ya hemos dicho antes, de un juego flash, y que supuestamente retractan a los videojuegos de la época de oro de las plataformas con NES en todo su esplendor. Su aspecto tosco se ha realizado con ese propósito, puesto que hasta los gráficos sprites y el horrible diseño artístico de los enemigos y las trampas, parecen formar parte de un pequeño, no tan agradable, homenaje a los juegos de antaño. No hay que darle vueltas, los gráficos y la jugabilidad no se anteponen ante el principal llamativo del videojuego, su extrema dificultad a medida que el jugador avanza.

Ahora empieza lo bueno

La diversión se puede multiplicar por cuatro, pues contiene un modo multijugador offline para cada una de sus modalidades. Las fases "Chungas" se pueden hacer algo más entretenidas y sincronizadas, ya que los personajes no tienen ninguna física de impacto, por lo tanto necesitaremos la compenetración de nuestros compañeros de sofá para llegar hasta el final del nivel. Al morir uno de los jugadores, el resto sigue la partida y hasta que no finalice, todos los jugadores no podrán volver a controlar sus respectivos Bob. Se trata de una de la partes más divertidas del videojuego, las risas están aseguradas y siempre habrá más oportunidades para que uno de los jugadores consiga llegar al final de cada nivel. Lo malo es que no contiene ningún tipo de aliciente jugable, como podría ser un modo competitivo con puntos, ventajas frente al resto de jugadores y alguna que otra cosilla que lo pueda hacer algo más interesante que un puro caos por ver quién muere antes.

No todo iba a ser una locura para el jugador, y es que contamos con una ayudita, si las cosas parecen que no tienen solución alguna. En cada nivel encontraremos unas gemas que al recolectarlas podremos utilizarlas para una serie de ventajas que ayudarán al jugador, para que el mando no acabe tirado agresivamente contra el suelo. Una de las ventajas nos permite ralentizar completamente el nivel, permitiendo avistar los movimientos de las trampas enemigas. Otro de ellos nos muestra una línea que marca el recorrido lógico para llegar a la puerta final del nivel, mientras que otro nos muestra como la CPU se termina el nivel ante tu atónita mirada, y ver como el nivel súper difícil se convierte en algo más fácil de lo que aparentaba.