Análisis Cities: Skylines

Cities Skylines: Revitalizando un género

Nuestro sector ha pasado por diferentes etapas a lo largo de la historia. En PC una de ellas fue el boom de los simuladores de todo tipo que llevaban desde la conducción de diferentes vehículos hasta la gestión de recursos y beneficios. Entre los títulos que gozaban de renombre por aquella época nos encontramos 'Sim City' una propuesta que nos permitía construir una ciudad a nuestro gusto y gestionarla.

Hace algunos años efectuó su regreso pero debido a su escaso pulido fue duramente criticado. Cuando parecía que los años dorados de este subgénero tocaban a su fin aprecio apareció 'Cities Skylines' cosechando una gran acogida por parte de todo tipo de público. Tras su éxito en PC sale a la venta en consolas de sobremesa en exclusiva para Xbox One siendo una de las primeras propuestas del estilo que aterrizan en el dispositivo de Microsoft. A lo largo de este texto os contaremos que nos ha parecido la obra de Paradox y como ha sido adaptada a este nuevo tipo de control.

Primeros días como alcalde

En Cities Skylines comenzaremos como el Alcalde de una nueva localidad fundada en terreno virgen, y que deberemos escoger entre una serie territorios que ofrecen diferentes tipos de clima o configuraciones geográficas. Cada una de ellas nos ofrecerá una serie de recursos, cierto porcentaje de terreno edificable y una rama de actividades predilectas que potenciarán el avance de nuestra localidad. Tras haber elegido deberemos empezar a crear conexiones con las carreteras principales por las que circulan nuestros futuros habitantes y crear las primeras viviendas circundantes a estas. Todas las personas que pasen a formar parte de nuestra ciudad tendrán una serie de necesidades básicas (basadas en lo que todos nos podemos llegar imaginar: seguridad, sanidad, trabajo, etc…) y si queremos que no terminen marchándose deberemos mantenerlos satisfechos siempre teniendo en cuenta nuestro presupuesto y nuestros métodos para mantenerlo estable.

Las opciones para mantener un equilibrio son bastante variadas y cada una ofrece ventajas y desventajas. Entre las opciones que nos podemos encontrar tenemos desde enfoques más turísticos, que atraerán a un gran número de visitantes pero que a su vez causarán un revuelo que molestará a los habitantes locales, a otros más industriales que nos ofrecerán una reserva de recursos bastante abundante pero que crearán una contaminación que afectará gravemente a la salud de la ciudad. Este párrafo podría servir perfectamente para resumir todos los apartados del título ya que esta dualidad está presente en casi todas las opciones que nos ofrece. Realmente existen ciertas contramedidas que pueden hacer viables estas prácticas pero una mala gestión podría condenarnos. Para seguir adelante es esencial calcular cuáles son las necesidades de nuestros ciudadanos. 

La gestión del propio espacio es una un importante factor en sí mismo, ya que si creamos la configuración de nuestra ciudad sin pensar y a lo loco no podrán ser satisfechas las necesidades básicas. Realizar una conexión de carreteras y comunicaciones es completamente imprescindible para que todos los servicios lleguen al ciudadano, en el caso de no ser así rápidamente empezaremos a ver como baja nuestra población a pesar de estar bien aprovisionada. El transporte público juega un papel fundamental, tanto para locales como para  visitantes y aunque construyamos servicios cercanos al ciudadano no podrán acceder a ellos.

Los diferentes enfoques que se nos ofrecen para gestionar nuestras localizaciones son muchos y aunque algunos ofrecen ventajas respecto a otros nunca tendremos verdaderas limitaciones si, por ejemplo, nos decidimos a crear una población de gran envergadura que respete el medio ambiente. Lo único que se puede llegar a echar realmente en falta es tal vez algo más de movimiento ya que con frecuencia nos mantendremos a la espera de que nuestra población vaya creciendo para poder crear nuevas mejoras o dependencias, y al menos en esta versión de Xbox One no parece existir ninguna función para acelerar el avance. Obviamente este es un juego que hay que tomarse con calma pero en ciertos momentos se pasa de lento y nos baja la guardia para que cuando realmente haya un problema ni tan siquiera nos demos cuenta y nos afecte gravemente, ya que de vez en cuando y sin motivo aparente las cosas se tuercen aunque cumplamos de sobra en todas las necesidades.

De constructor a contable

La gestión del presupuesto de la ciudad es casi tan importante como el de la configuración de la ciudad por lo que para hacer un mejor uso de él se nos ofrece la opción de crear tasas e impuestos así como diferentes leyes. El uso de dinero para la gestión de servicios públicos se divide en departamentos y dependiendo de nuestra inversión ofrecerán mejores rendimientos. El problema proviene que todos estos servicios necesitan un mantenimiento que puede terminar endeudándonos gravemente si nos pasamos de justos. Su análisis y estudio es bastante importante, adaptándolo a nuestras necesidades en cada momento. En cuanto a las leyes las utilizaremos para potenciar sectores como la industria o el turismo, además de promover prácticas como el reciclaje o el uso responsable de la energía.

Sí todas nuestras gestiones salen bien nuestro terreno se extenderá y las opciones que se nos abrirán para crear una ciudad a nuestro gusto serán muy amplias, pudiendo crear casi cualquier tipo de construcción que se nos ocurra. La gran libertad y variedad que se nos ofrece a la hora de crear este emplazamiento como propio es abismal y sin duda se presenta como una de sus mayores bazas que hay que reconocerle.

En cuanto a cómo se traslada esta propuesta tan de ordenador a una consola se puede decir que satisface pero arrastrando ciertos problemas. Lógicamente la construcción de por sí es bastante más lenta y menos precisa, obligándonos más de una vez a construir y reconstruir, llegando incluso a errores fatales que no podremos llegar a reparar. A pesar de ello por lo general está bien pensado y adaptado dentro de unas posibilidades que iban a implicar necesariamente limitaciones. En momentos puntuales el título también tiende a crashear.

En cuanto a lo técnico no es de lo más puntero pero sería absurdo pedirle "peras al olmo". Digamos que es lo suficientemente vistoso como para que seas capaz de disfrutar de lo que has creado y lo reconozcas fácilmente respecto a las ideas de otros jugadores. En cuanto al sonido tenemos todo tipo de efectos que representan el movimiento de la ciudad en consonancia a los acontecimientos sucedidos y una banda sonora que si bien no disparará vuestra creatividad al menos no molesta, algo que en juegos de este estilo se agradece.

Una buena experiencia por méritos propios

En definitiva Cities: Skylines ofrece una buena experiencia dentro de este subgénero de simulación en la que podemos crear nuestras propias poblaciones. La verdad es que ahora mismo no existen muchas más opciones dentro del catálogo de la consola pero por si mismo es bastante disfrutable y si en el pasado has disfrutado de juegos parecidos, ofrece una profundidad y libertad que engancha con facilidad hasta el aburrimiento.

Como puerta de entrada también es perfectamente aceptable, ya que a pesar de que hay que tener muchos factores en cuenta para avanzar suelen explicarse en detalle sin demasiadas complicaciones y las soluciones a nuestros problemas no suelen pillarnos desprevenidos. Trasladarlo a una consola de sobremesa conlleva ciertas limitaciones y problemas menores que no son demasiado difíciles olvidar con las horas disfrutadas.