Análisis Call of Duty: World at War

En cuanto a los enemigos, la inteligencia artificial de nuestros oponentes es muy confusa; unos resultados realmente buenos en el comportamiento del ejército nipón, con estrategias muy acordes al peculiar comportamiento de estos personajes, muy condicionados por sus propios códigos de honor y gloria que se transforman en el juego en emobscadas continuas y falsos muertos.

En cambio, el ejército aleman permanece muchas veces estático y no responde a nuestros movimientos provocando cierta sensación de fracaso.

En otros modos de juego, como el novedoso modo cooperativo de hasta 4 jugadores, la oscuridad de algunas zonas hace difícil la continuidad, y es que esta entrega es "más oscura" en general que la entrega anterior. Si hablamos en cambio del modo online, la gran baza de este juego, las cosas cambian. De entrada las posibilidades de selección de formas de juego, incluida la divertida "todos contra todos", hace olvidar las pequeñas deficiencias del juego normal que, lejos de ser preocupantes, simplemente empañan un poco un resultado bueno.

La jugabilidad online contiene todos los elementos que pueden pedirse a un juego de este tipo: escenarios muy amplios y totalmente abiertos a recorrerlos, servidores estables y con una respuesta muy buena, diversidad de armas, sistema de progreso en función de puntos adquiridos, y un batallón ingente de jugadores a cualquier hora del día, asegurando la diversión continuamente.

Los tiempos de carga de las partidas y los reingresos, son rápidos y cotinuos. Además, a la ya dificultosa labor de sobrevivir a los contrarios, añaden la aparición de perros que se lanzarán directamente sobre nosotros en cuanto nos detecten.

Aunque resulte excesivamente repetitivo el decirlo, queda también un poco por debajo del trepidante modo online de su predecesor. Por otra parte, y centrándonos ya en los factores jugables, encontramos en esta ocasión 6 modos de juego, que serán los que emplearemos en la vertiente del on-line competitivo. Todos ellos son bastante clásicos, pero el resultado es acertado y muy completo.

En Todos contra Todos por Equipos el juego divide a los usuarios en dos bandos y los enfrenta con las clásicas premisas del DeathMatch. Captura la Bandera, por su parte, tampoco merece mayor explicación, mientras que Captura El Cuartel General es una variación sobre idénticos parámetros, pero debiendo hacernos con la base enemiga.

Por otro lado Dominación nos emplaza a capturar lugares designados por la IA, para obtener puntos y acabar ganando la partida. Busca y Destruye, en cambio, propone que por turnos ataquemos o defendamos posiciones, mientras que Sabotaje sitúa una bomba en el centro del mapa que deberemos llevar al cuartel enemigo.

Por último, el modo de ataque a los zombies nazis, es un aliciente más a la hora de afrontar el juego.

Gráficos

Como venimos diciendo desde el inicio de este análisis, Call of Duty: World at War se presenta como una continuacion, en todos los sentidos, de Call of Duty 4. Gráficamente, también. No obstante, hay algunos detalles que, lejos de mantenerse o mejorar, a nuestro entender han perdido parte de su calidad.

Por ejemplo, las combinaciones de elementos en los trajes de nuestros enemigos, de forma aislada, lucen muy bien; pero en cuanto aparecen en grupo, se pierden muchos de estos detalles y aparecen todos iguales, sin que puedan distinguirse diferencias de unos a otros.

Este elemento es muy reseñable cuando, en la toma de Berlín, vemos las filas de ejército alemán, todos iguales.

La luz de los gráficos juega en algunas ocasiones malas pasadas para afrontar las misiones. Por una parte, en las zonas más oscuras, muchas veces se pierde la percepción de los espacios resultando algo difícil seguir los caminos.