Análisis Call of Duty: Infinite Warfare

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Call of Duty: Infinite Warfare. El espacio no cambia las reglas

Infinity Ward coge el testigo de Call of Duty tras un Black Ops III más que notable y en un 2016 especialmente competido en el género de los shooter multijugador

Plataforma analizada: PS4
07/11/2016 11:30
La guerra del futuro se traslada al espacio en un conflicto entre los habitantes de la Tierra y los insurgentes colonos de Marte. Call of Duty vuelve a las manos de los responsables de Modern Warfare, que apuestan en 2016 por continuar con las mecánicas frenéticas que tan bien funcionaron en el multijugador de Black Ops 3, un multijugador que apenas ha cambiado. Por otro lado el estudio californiano sí sabe cómo volver a traernos las mejores sensaciones con una campaña a la altura de lo que se espera en un juego del género.
Call of Duty: Infinite Warfare

Call of Duty: Infinite Warfare: Escalada de tensión entre la Tierra y Marte

Call of Duty: Infinite Warfare' ya está en la calle, así como la inseparable remasterización de 'Modern Warfare', la entrega de la saga que lo cambió todo hace ya 9 años y que ha marcado el destino de los shooter online. La que quizás sea la saga de acción más influyente de los últimos años vuelve este año por partida doble en un pack que promete arrasar estos meses, porque principalmente se trata de la única forma de jugar a 'Modern Warfare Remastered'. Dejando de lado valorar la estrategia de Activision y desconociendo si más adelante podremos hacernos con la remasterización por separado, ahora nos toca concentrarse en la nueva entrega de la saga para 2016, que lleva el conflicto armado más allá de los confines de la Tierra para en el fondo dejarlo casi todo como estaba.

Pese a que muchos jugadores tradicionales darán el salto directamente al modo multijugador, la variante que de verdad nos proporcionará meses de entretenimientos, en esta ocasión los esfuerzos de Infinity Ward (ahora pertrechada con miembros de Naughty Dog) por crear un modo campaña de relevancia han dado resultado. El modo para un solo jugaor de 'Infinite Warfare' se encuentra entre los mejores de los últimos años por acertar con una campaña variada, que engancha con su ritmo sin descanso y por presentar una historia que no necesita vomitar gran cantidad información innecesaria al jugador.

El trasfondo de la lucha entre los mercenarios de Marte del SDF y las fuerzas de la Tierra sirve de telón de fondo perfecto para una lucha sin cuartel en el Sistema Solar que incluye tiroteos en gravedad cero o en vehículos, combates de cazas espaciales o misiones de sigilo y sabotaje. Nos ponemos en la piel del capitán Reyes, a los mandos de uno de los cruceros estrella de la flota terrestre, pero cuyo afán le impide quedarse dando órdenes en el centro de mando, queriendo siempre estar en la punta de lanza de las operaciones en el campo de batalla. Desde la Retribution podremos elegir destino en muchas ocasiones, haciendo el desarrollo menos lineal y accediendo a algunas misiones secundarias bastante entretenidas. La batalla por la supervivencia entre la Tierra y Marte, sumando las secundarias nos entrentendrá cerca de 8 horas, algo por debajo de lo visto en 'Call of Duty: Black Ops 3', pero sin duda serán una horas mejor aprovechadas que en el juego de Treyach.

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La sombra de Treyarch cada vez es más alargada

Dejando de lado la sorprendente campaña que nos hemos encontrado en 'Call of Duty: Infinite Warfare' saltamos a un modo multijugador que nos ha dejado sensaciones encontradas. La razón es porque tras muchas horas exprimiéndo sus 12 mapas (más el mapa Terminal si reservamos el juego), tenemos la sensación de estar jugando a algo tremendamente parecido a 'Call of Duty: Black Ops 3', manteniéndose intactas las mecánicas de doble salto, arrastre por el suelo y carreras por las paredes. En el salto de Infinity Ward a la guerra futurista -dejando atrás el fallido 'Ghosts'- se nota demasiado la influencia del notable multijugador de Treyarch, que incluso ha eclipsado el toque personal de Infinity Ward. Las mecánicas nos son tremendamente familiares, aunque se ha ajustado hacia arriba el nivel de frenetismo de las partidas, siendo más fácil encadenar movimientos sin tocar el suelo (aunque cuesta más acabar con nuestros enemigos).

En cuanto a los mapas, Infinity Ward ha aprendido la lección de 'Ghosts', reduciendo notablemente el tamaño de los escenarios y optando en todos los casos por la clásica distribución de tres calles, que fomenta los enfrentamientos cara a cara y las masacres en el centro. Por lo tanto olvidémonos de esos mapas gigantescos llenos de jugadores apostados en los que costaba Dios y ayuda encontrarse con alguien. Sin embargo la sensación que nos dejan estos 12 mapas iniciales es bastante tibia, pues sus diseños no destacan por nada en particular, palideciendo frente a lo visto en 'Black Ops 3' en muchos casos; en este sentido habrá que esperar a lo que Infinity Ward se haya dejado en la recámara para el Pase de Temporada, pero que obviamente habrá que comprar a parte.

En otro orden de cosas, el multijugador sí innova en cuando a las posibilidades de personalización, las mayores que hemos visto en un juego de la saga hasta ahora. Aunque habrá que dedicarle incontables horas (la subida de nivel es más lenta que en anteriores juegos), no solo podremos personalizar nuestro armamento con los habituales accesorios, si no hacernos con variaciones del arsenal que presentan ciertas mejoras. La manera de adquirir estas versiones mejoradas es subiendo nivel, aunque las versiones más codiciadas (de carácter épico o legendario) sólo podremos conseguirlas a través de suministros, que pueden suponer micropagos. Todavía es pronto para saber cómo funcionará esto, pero llevado de la forma errónea puede terminar suponiendo que los que más horas inviertan o dinero gasten en cajas puedan lograr ventajas notables en su arsenal, lo que a nadie le gustaría.

Call of Duty: Infinite Warfare

Personalización extrema, propuesta conservadora

Por otro lado, hemos notado una notable influencia de 'Destiny' en cuanto a que ahora se muestra una barra de vida sobre cada uno de los jugadores, algo cuanto menos curioso, y sobre todo en la introducción de hasta cuatro facciones o equipos de misión que tendrán encargos para nosotros. Estos encargos aparecen automáticamente cuando elegimos una u otra (se pueden cambiar en cualquier momento) y simplemente nos darán recompensas cuando cumplamos objetivos concretos. En cuanto a los especialistas (aquí llamados módulos), otra gran influencia de Black Ops 3, vamos a encontrarnos con hasta seis diferentes que nos proporcionarán ventajas temporales y habilidades únicas que podremos usar en combate para marcar la diferencia. Sin embargo hemos notado que mucho del gancho, carisma y espectacularidad de los especialistas de 'Black Ops 3' se ha perdido por el camino.

Cerrando este pilar de 'Call of Duty: Infinite Warfare', el que sin duda más jugadores atrae cada año, nuestras impresiones finales son que infinity Ward se ha mostrado demasiado continuista y conformista respecto a esta vertiente de " jugabilidad moderna" dentro de la saga. Parece que con el lanzamiento conjunto de 'Modern Warfare Remastered' se ha optado por contentar a todos los tipos jugadores, ofreciendo dos propuestas opuestas, pero lo cierto es que tras la popularidad de 'Black Ops III', que ha sentado unas bases sólidas, el multijugador de 'Infinite Warfare' supone un frenazo en seco. Se trata de un multijugador de calidad, pero que más bien parece un nuevo pack de contenido para el juego de Treyarch y no un nuevo juego por sí mismo, por lo tanto corre el riesgo de sobrevivir con mayor dificultad el paso del tiempo y agotarse más rápidamente.

Si Infinity Ward acierta este año con su campaña y nos deja dudas con su multijugador, con el nuevo modo zombis consigue mejorar el papel de 'Infinite Warfare', consiguiendo redondear el resultado final. Y es que la primera incursión del estudio responsable de 'Modern Warfare' en el modo de oleadas de no muertos es más que acertada, dejando de un lado los incontables easter eggs de otras entregas para dar con una fórmula más frenética y divertida de jugar con amigos. El escenario elegido es 'Zombies in Spaceland', un parque de atracciones ambientado en los 80 con el espacio como temática principal, repleto de secretos y con una dificultad más baja para que podamos sobrevivir más oleadas. El nuevo modo zombis está repleto de guiños a esta década y sus iconos más reconocibles, con sorpresas y la posibilidad de resucitar comprando una nueva oportunidad mientras quede al menos un compañero en pie.

Call of Duty: Infinite Warfare

Call of Duty se debate entre sus raíces y su enfoque más moderno

Uno de los apartados más controvertidos de este 'Call of Duty: Infinite Warfare' es su acabado técnico, que parece se mantiene invariable al menos desde 'Advance Warfare' y al que cada vez le pasa más factura los años. El motor de 'Call of Duty', como es habitual en la saga, nos asegura 60 imágenes por segundo en su modo multijugador y una resolución de 1080p, lo que garantiza unas partidas frenéticas pero que quedan lejos del espectáculo visual de otras obras recientes como 'Battlefield 1'. La experiencia por la que muchos se acercan año a año a esta saga no se ve comprometida por el anticuado motor del que hace uso, pero todavía no alcanzamos a entender cómo en desarrollos de tal calibre y repercusión en ventas como 'Call of Duty' no se apuesta más por la tecnología. A ello hay que sumarle la poca favorecedora paleta de colores que Inifinity Ward emplea en sus juegos, muy pálida respecto a los entornos y especialistas vistos en 'Black Ops III'.

Llegados a este punto es inevitable hacernos una pregunta respecto a 'Infinite Warfare'. Pese a ser un juego de acción notable, ¿a dónde quieren dirigir la saga sus responsables? Ha sido muy comentado el rechazo que ha causado entre los fans esta entrega desde el anuncio de su primer tráiler, lo que contrasta con la remasterización del influyente 'Modern Warfare', que evidencia ganas de la comunidad por dejar de lado los conflictos futuristas. Sin embargo eso no hace peor juego a 'Infinite Warfare', que consigue continuar la senda marcada por Treyarch el año pasado -pese a no innovar prácticamente nada-. Activision sigue apostando por la movilidad total para las partidas multijugador, pero no está del todo claro que eso sea lo que la comunidad busca en estos momentos. La respuesta seguramente la tendremos en 2017, cuando conoceremos los planes de Sledgehammer, quienes iniciaron en 'Call of Duty 'el salto a la movilidad futurista.

Entonces, ¿apostamos este año por 'Call of Duty: Infinite Warfare'? ¿Nos hacemos con la Legacy Edition para poder jugar también a 'Modern Warfare Remastered'? Por nuestra parte recomendamos a todos los fans de la saga que no se queden sin probar la remasterización del legendario Call of Duty 4, pero somos conscientes del alto precio que ello conlleva. Si echas de menos el sabor clásico de 'Call of Duty' y te puedes permitir hacerte con los dos, hazlo, porque vas a poder disfrutar de dos experiencias totalmente distintas; las dos caras de una misma moneda y todo indica que ese 'Modern Warfare Remastered' va a ser muy jugado durante los últimos años. Si buscas el lado más frenético y esa movilidad total, decirte que no hay demasiadas diferencias respecto al multijugador que ya hemos visto, no te esperes nada nuevo, pero por otra parte te vas a llevar una campaña sobresaliente y un modo zombis realmente divertido. 

Call of Duty: Infinite Warfare
8.2

Lo mejor

Una de las mejores campañas de los últimos años en Call of Duty

Personalizable hasta el infinito

Infinity Ward ha aprendido del fiasco de Ghosts con el tamaño de los mapas multijugador

Lo peor

Técnicamente la saga se estanca

Su multijugador es muy continuista, demasiado en común con Black Ops 3

Falta personalidad en muchos aspectos

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