Análisis Call of Duty: Ghosts

Sabías a lo que venías

Nada ha cambiado, durante toda nuestra partida con ‘Call of Duty: Ghosts’, parece que mantenemos un deja vu en la que ni tan siquiera en la dificultad más alta del videojuego parece hacernos entorpecer llegar hasta los créditos finales del videojuego.

La campaña principal, que tiene una duración de aproximada de entre 6 y 8 horas, según el nivel de dificultad escogida por el usuario, se encuentra repleta de escenas en las que los jugadores se encontraran en situaciones a veces genialmente absurdas, todas ellas scripteadas y sin ninguna novedad que nos haga entrever que estamos ante algo nuevo o al menos distinto.

Tiroteos en mar, tierra y aire

Desde enfrentamientos en el espacio, hasta controlar al compañero canino de los Ghost conocido como Riley, el camino pasillero que mantiene al jugador continuamente durante toda la campaña sin muchas opciones que la de matar a todo bicho viviente, las escenas dignas de una gran supreproducción no acaban sorprendiéndonos, quedándose en una campaña divertida pero sin excesivos.

Infinity Ward y la propia Treyarch se mantienen en la misma estructura de siempre, una formula que les sigue funcionando jugablemente, pero que cada vez parece hacerse más pesada año tras año. Y es desgraciadamente el lastre que persigue anualmente a la franquicia de éxito de Activision, las nulas novedades y la agresividad en mantenerse en lo mismo de siempre sin forzar ningún cambio relevante, haciendose notar el cansancio de una franquicia que ya no puede explotarse en ninguna de sus modalidades.

Riley, el soldado perro y otras novedades

Una de las novedades que más llamaron la atención de los jugadores al conocer la nueva entrega de la franquicia fue Riley, un perro que será nuestra mano derecha en la guerra para evitar la debacle de los Estados Unidos. Este animal, que también estará presente en las escenas más impactantes de toda la aventura, puede ser también una de nuestras armas más efectivas de la campaña, puesto que Riley puede atacar siempre que se lo ordenemos, con tan solo apuntar al enemigo y pulsar el gatillo, Riley atacará a los enemigos en la yugular eliminándolos en el acto. Además, Riley también será controlado por nosotros en la campaña, en varios episodios y a través del control remoto, el compañero peludo de los hermanos Baker podrá matar sigilosamente en nuestro control utilizando un monitor que lo puede guiar de manera remota.

Los jugadores intentarán sobrevivir en una guerra moderna que está destruyendo el mundo

Desgraciadamente, las fases en las que controlamos a Riley no son tampoco lo más interesante de ‘Ghost’, puesto que aportan muy poco a la diversión y en muchos de los momentos ralentiza la adrenalina tan directa que suele mantener constantemente la franquicia. Por otro lado, Infinity Ward dijo en su día que el videojuego nos propondría ser la única salvación de los Estados Unidos, viéndonos superados en número por primera vez en la franquicia, algo que no hemos visto en toda la aventura, ya que el videojuego sigue ofreciendo situaciones en las que parece que siempre somos más que cualquier ejercito con armamento que haría tornar una sonrisa de oreja a oreja al mismísimo Tio Sam 

Dejando a un lado al bueno de Riley, las novedades no son muy abundantes en ‘Ghosts’, aunque Infinity Ward intenta meter al jugador en momentos que muchas veces sorprenden y otras veces son cada vez menos creíbles, como el tiroteo en el espacio exterior, que nos hizo dudas en las ideas que rondan en las cabezas de los creadores de la franquicia propiedad de Activision. El jugador también disparará en lo profundo del mar, dentro de un helicóptero, en un jeep y en un tanque, lo que da a entender que cada vez se acercan más a lo que ofrece otro peso pesado dentro del género, ‘Battlefield 4’, aunque en este caso con demasiada poca libertad de movimientos.

Y ese es otro de los fallos en los que sigue cayendo continuamente la franquicia, por ejemplo, en las situaciones de sigilo, todas scripteadas y tan pasilleras que ni tan siquiera se las podría llamar misiones de sigilo, puesto que el jugador hace lo que le dicen, ataca cuando se lo exigen y se esconde cuando le obligan. La libertad de movimientos se encuentra continuamente bloqueada, algo que podría multiplicar por dos la diversión si en algún momento de la franquicia deciden hacerlo más grande y con más opciones de finalizar una misión. 

'Call of Duty Ghosts' apuesta por la diversión directa

En términos jugables, completar la campaña será relativamente fácil para todos los conocidos en la serie, el título no cuenta con demasiada rejugabilidad, puesto que en cuestión de entre 8 o 10 horas completaremos la campaña al 100% al conseguir los archivos de inteligencias artificial de Rorke, que después se pueden escuchar en el menú principal para conocer más sobre el personaje, logros y extras agradecidos al ser tan fáciles de conseguir y otros desafíos que vienen siendo habituales en los ‘Call of Duty’