Blizzard: La receta mágica

'Warcraft III: Reign of Chaos' llegó a mediados de 2002, pero entre la segunda y la tercera entrega de esta saga ocurrieron demasiadas cosas importantes en Blizzard. En diciembre de 1996 nació 'Diablo', un RPG que vino acompañado del sistema Battle.net para facilitar el juego online con otros usuarios. El éxito de este nuevo universo fue tal que se ganó un hueco en PlayStation a comienzos de 1998, justo el mismo mes que iba a ver la luz el tercer gran éxito de la compañía: el título de ciencia ficción y estrategia en tiempo real 'StarCraft', que en tres meses ya había logrado vender más de tres millones de copias y que recibiría a finales de año la expansión 'Brood War'. Pocos usuarios imaginaban por entonces que iban a tener que esperar más de doce años para ver en el mercado a 'StarCraft II'.

Si el universo 'Diablo' había pegado fuerte, imaginad la revolución que supuso el lanzamiento de 'Diablo II' en el año 2000. Las cinemáticas eran sencillamente espectaculares para la época, y el título parecía no tener fin por su alta rejugabilidad. Logró vender un millón de unidades en menos de un mes, y aún estaba por llegar su expansión 'Lord of Destruction' en junio de 2001. Eso sí, iba a tener que pasar mucho tiempo (más de una década) hasta la salida de 'Diablo III' a mediados de 2012. Los fans le tenían tantas ganas que en menos de 24 horas se agotaron más de 3,5 millones de unidades, una cifra astronómica que le otorga el honorario de "título de PC que más rápido se ha vendido en la historia".

Nintendo 64 tuvo su propia versión de 'StarCraft'

Pero si hay que destacar una fecha a fuego en la historia de Blizzard y de los videojuegos es, sin duda, el  23 de noviembre de 2004, día en el que comenzaron a funcionar los servidores del MMO 'World of Warcraft'. Desde entonces se han lanzado cuatro expansiones, a cual más exitosa, y se han llegado a números astronómicos como los más de 11 millones de suscriptores. ¿Pero por qué WoW se convirtió en este fenómeno de masas? ¿Cómo consiguió Blizzard que tanta gente pagase religiosamente más de diez euros al mes por jugar a un videojuego, más aún cuando esta práctica no era habitual en el año 2004? Y lo más interesante, ¿cuál es la fórmula para que un título se mantenga vivo durante ya casi diez años y aún tenga contenidos planificados?

Las claves del éxito

El principal acierto que ha tenido Blizzard a lo largo de su historia ha sido el de respetar y cuidar hasta el extremo cada uno de sus tres universos, dándole a todos la importancia que merecen y dejando correr el tiempo suficiente entre entrega y entrega, sin saturar, aún sabiendo que sacasen lo que sacasen iba a suponer un gran éxito. Al igual que Valve, es una compañía de tres franquicias que nunca se ha precipitado para hacer caja, y eso es algo que los fans agradecen aunque tengan que esperar diez años para ver un 'StarCraft II' o un 'Diablo III'. Poco a poco ha ido consiguiendo un grado de fidelización en sus usuarios difícil de ver en el resto de compañías del sector.

Las cinemáticas de 'Diablo II' fueron presentadas a la gala de los Oscar

Por supuesto, todo esto se la logrado porque desde primera hora tuvieron el acierto de revolucionar cada género en el que se embarcaron, así como marcar un referente para todos los juegos venideros de otras empresas. 'Warcraft' fue uno de los primeros juegos de estrategia en tiempo real tal y como los conocemos hoy día, y 'StarCraft' introdujo una magnífica diferenciación de clases. Ambos supusieron un soplo de aire fresco para este género tan propio del PC, y supieron atraer a la gran cantidad de aficionados que por los años 90 disfrutaban con 'Warhammer', tanto en su vertiente medieval como futurista. 'Diablo', por su parte, popularizó los RPG con ratón.

Cada uno de los tres universos tenían una ambientación cuidada a la perfección, llevada un paso más allá de lo que se veía por la época, y contaban con unas historias y un apartado sonoro acorde a esos mundos oscuros, de ciencia ficción o fantásticos. A ello hay que sumarle las cinemáticas, que se fueron perfeccionando con cada entrega y que por sí solas suponían una gran inmersión en cada juego. Además, todas ellas dobladas al español y a otros muchos idiomas para deleitar a aficionados de todo el mundo ya desde antes de comenzar a jugar. Audiovisualmente, los títulos de Blizzard fueron, y aún son, sobresalientes.