Baldur's Gate: Influencia y legado

Reportaje

15 años entre dragones y mazmorras

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30/11/2013 23:58
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Centrándonos en su combate, éste se desarrollaba en tiempo real sobre una vista cenital a una resolución de 640x480. No obstante el detener el combate a nuestro antojo mediante la barra espaciadora se hacía imprescindible para poder asignar órdenes a nuestro grupo, emplear otra arma, lanzar un conjuro, etcétera. Aún así y para los que tuvieran problemas con él, podían configurar desde el menú de opciones cuando se detendría el juego: al aparecer un enemigo, asestar un golpe, morir un personaje... Su variante la podemos encontrar hoy claramente en franquicias del estudio como 'Dragon Age' o 'Mass Effect', por lo que la influencia de la saga sigue vigente más de diez años después. El apartado sonoro tampoco quedaba descolgado. Michael Hoening compuso una banda sonora de corte épico que es recordada como una de las mejores dentro de su género, destacando especialmente la perscusión en los momentos de combate así como las grandísimas piezas ambientales en situaciones donde el viaje y la exploración predominaban.

'Baldur's Gate' también incorporó un modo multijugador, aunque claro, con las limitaciones de la época. El RPG permitía agregar hasta un total de cinco amigos con sus respectivos personajes creados por ellos mismos y completar las diversas misiones repartidas por el mundo; aunque sin llegar a realizar aquellas que tuvieran que ver con la trama principal. Sin grandes alardes y sin ser un juego que estuviera pensado para disfrutar por entero en su faceta online, la diversión estaba asegurada gracias al gran rendimiento que ofrecía el motor y que como mencionamos líneas atrás fue uno los elementos en los que más trabajo el estudio.

Baldurs Gate II: Shadows of Amn

El nombre de Bioware se empezaba a hacer un hueco en el sector siendo no pocas las miradas que tenían sobre ellos. Sería en el año 2000 y con 'Baldur's Gate II' no solo cuándo el estudio se superaría a sí mismo, sino que lograrían llevar a obra maestra la segunda entrega de la franquicia, entrando directamente en el Olimpo de los juegos atemporales. El segundo capítulo de la marca no solo mejoraba la experiencia con respecto a la primera entrega, sino que alargaba de manera casi enfermiza el contenido.

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El título nos situaba justo al termino de 'Baldur's Gate'. Habíamos sido encarcelados junto a algunos de nuestros compañeros por el poderoso mago Irenicus. Por suerte  Imoen se abalanzó a nuestro rescate. Salir de la prisión no fue fácil, más aún asimilar los grotescos experimentos a los que habíamos sido sometidos y que media Costa de la Espada andaba a nuestra busca y captura. La luz nos esperaba al exterior, una enorme urbe llamada Athkatla situada al sur de Puerta de Baldur sería nuestra primera parada con la que conseguir algo de dinero con el que pagar el rescate que pedían. No vamos a desvelar nada sobre la historia, porque una vez más el argumento es el peso fuerte de 'Baldur's Gate II' y sería una lástima echarlo a perder. Tenéis que ser vosotros mismos quienes lo descubráis.

A partir de este punto se nos abriría ante nuestros ojos un juego que ya tan solo en su segundo capítulo tendría más de 60 horas de duración, ahí es nada. La ciudad de Athkatla estaba atestada de misiones secundarias y principales, diferentes distritos en los que meternos de lleno en peligrosos grupos o sectas, vampiros que querrán hacer tratos con nosotros ... Si esto os parece poco esperad, hay más: A las afueras de la ciudad tendríamos diferentes zonas que al igual que el título original nos reportarían infinidad de encargos.

El nivel de inmersión que lograba el juego era estratosférico. No solo la mejora realizada en el motor, la aceleración 3D o el soporte para una mayor resolución de 800x600 en adelante ayudaba, sino que el colosal doblaje y su interpretación o los momentos hacían que el dicho de "esta misión y lo dejo" nunca se cumpliera. Los NPCs contaban con un trabajo que incluso a día de hoy está lejos de ser imitado, salvando algunas excepciones en juegos posteriores de Bioware. Si teníamos en nuestro grupo un Paladín y éste debía asistir a una importante reunión, él mismo se encargaría de recordárnoslo. En caso de no hacerle caso, nos abandonaría por sus propios medios no pudiendo reclutarlo de nuevo debido a su enfado. Situaciones como estas entre otro centenar más se sucedían a lo largo de la aventura, y es que cuidar no solo de nosotros mismos, sino de quién entraba o salía de la compañía era vital si queríamos tener un grupo que congeniará a la perfección.

Baldur’s Gate II: Enhanced Edition

En su apartado jugable el título conservó lo visto en 'Baldur's Gate', aunque la curva de dificultad creció. No era fácil adentrarse en la segunda entrega si no habíais tenido la ocasión de jugar al juego original. Por lo demás las mecánicas se mantuvieron tal cual, incluido por supuesto el reglamento de 'Advanced Dungeons and Dragons' y el sistema de combate.

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