Los mejores momentos de Gears of War

Legion

Siempre he sido una persona a la que le han enganchado las historias, tanto en libros y películas como en juegos. Disfruté el primer Gears of War como el que más (recuerdo haberlo terminado en una sola tarde de enganche total), y me pareció un auténtico juegazo. Sin embargo, como amante de las historias, eché en falta algo. Aunque era un gran juego, necesitaba un mejor trasfondo, mejores excusas para llevarnos de un lugar de Sera a otro. Necesitaba unos personajes más desarrollados. En el aspecto del guión, Gears of War me decepcionó un poco.

Sin embargo, un día muy esperado llegó. Gears of War 2 salió a la venta y pude comenzar a jugar. Y enseguida me di cuenta de que esta vez sí habían acertado totalmente.

Y es que mi mejor momento Gears of War fue prácticamente al comienzo del juego. Los soldados del COG están agrupándose, y el presidente Prescott les dedica unas palabras. Ese discurso, ese gran discurso, escuchado por todos los humanos que aún resistían mientras nuestro equipo delta se dirigía al combate, era espectacular. Noté como el vello de mi piel se erizaba al ritmo de la música que sonaba en ese momento acompañando las palabras del presidente. En ese momento me di cuenta de que iba a disfrutar Gears of War 2 mucho más que su primera parte.

Hay muchos otros momentos dignos de mención; algunos dramáticos, como el desenlace de la historia de María;  otros de auténtica comedia, como el momento en el que Cole interrumpe a la reina. Sin embargo, darse cuenta de que un juego insuperable es superado es un momento de gran satisfacción.

Espero tener esa sensación de nuevo cuando al fin juegue a Gears of War 3. De momento, todo parece indicar que así será.

Miguel Alcántara

Cuando juegas a un título de la calidad y el presupuesto de Gears of War, sabes lo que puedes y no puedes esperar. Que haya momentos de enorme tensión y espectacularidad es algo que, más o menos, cabe esperar. Tengo en la mente alguna de esas escenas, pero como indicaré más adelante, no son mis momentos favoridos de la saga, aunque reconozco que son francamente buenos.

Por ejemplo, en la primera entrega recuerdo con mucho cariño el momento Berserker, un momento con muchísima tensión y francamente espectacular. El escenario del tren, el último del juego, era toda una experiencia, por el dinamismo de la acción y la excelencia técnica que se mostraba en este punto. De la segunda parte me quedo con el ascenso al monte Kadar, la lucha en el lago y la bestial infiltración en Nexus.

Pero sin duda prefiero los momentos intensos, emocionantes, que los espectaculares. Y si bien en Gears of War no encontrábamos demasiados puntos destacables en este aspecto, la segunda (y la tercera también) tienen unos cuantos de ellos. El affaire Dom-Maria tiene un clímax de los que te hace soltar la lagrimilla, y las cómicas apariciones de Baird y Cole son sencillamente sublimes.

Por ello, llamadme sentimentaloide o lo que queráis, pero sin duda lo que más me ha calado de la saga son esos momentos que te erizan la piel, que te hacen sentir una enorme empatía con lo que viven los personajes, y que a la vez te liberan de la tensión del combate. Es, a mi juicio, el espíritu de Gears of War.

Y para ti, ¿Cúal ha sido el mejor momento de Gears of War?