La saga Kirby, 18 años de diversión

Kirbys Dream Land 3 (Super Nintendo, 1997)

La dirección de la saga pasó de su creador, Sakurai, a Shinichi Shimomura, y el cambio se notó muchísimo, Shinomura quiso construir un plataformas más profundo y pausado que su antecesor, Kirby Super Star, y cambió el estilo gráfico con un efecto de dibujado con lápices de colores con unas animaciones suaves, dándole un aspecto más tierno si cabe.

Su jugabilidad es muy similar al primer Kirby, y aparece Gooey, un amigo de la bola rosa con aspecto también esférico, aunque de colores más oscuros, que le ayudará en su intento de proteger el planeta Popstar, lugar donde se encuentra Dreamland, de nuevo el juego permite a dos personas jugar en cooperativo controlando a los dos amigos.

El juego no está exento de ciertas curiosidades, como un personaje llamado Batamon, prácticamente idéntico a Kirby pero con un rostro distinto, aparece de vez en cuando en zonas inaccesibles para los protagonistas, algo que tiene desconcertado a los seguidores de la saga, que no saben porqué ni para qué aparece este personaje. Además en el nivel 3 aparecerá de fondo el enigmático paisaje de Stonehenge.

Kirby 64: The Crystal Shards (Nintendo 64, 2001)

El salto a la consola que abrió los gráficos 3D en Nintendo no podía ser de otro modo, fue el primer Kirby en 3D, pero con un desarrollo tradicional 2D eso sí; se trata de otro de los juegos de la saga que no fue dirigido por Sakurai, lo cual hace que carezca de ese toque que imprime a sus juegos. La gran curiosidad de este juego fueron los giros en el desarrollo del juego, en 1999 se presentaba una beta en la que Kirby y el Rey Dedede podían ser controlados en unos escenarios totalmente 3D, pero finalmente todo esto no fue llevado a la versión final, que fue muy distinto de lo que se concibió en principio.