El Contraanálisis... Fallout 3

La trama avanza con misiones principales, pero si exploramos un poco encontramos montones de tareas y retos secundarios, que sirven para mejorar habilidades o para conocer la historia de los personajes que pueblan este mundo. Cada misión se puede resolver de varias formas: es posible lograr nuestro objetivo dialogando, pero en otras ocasiones toca usar la fuerza.

Contraanálisis

El escenario de Fallout 3 es inmenso. Podemos limitanros a seguir las instrucciones que marcan el desarrollo de la historia principal o, si somos algo curiosos, iremos encontrando nuevas cuestiones a resolver por todos sitios. La libertad de movimiento es muy amplia, permitiéndonos mover prácticamente a nuestro antojo, excepto por aquellos lugares que permanecen bloqueados hasta la consecución del objetivo marcado. Como en cualquier RPG, la curiosidad y el gusto por la búsqueda y la investigacion permiten ampliar con creces las horas de diversión dentro de la historia principal.

Los acontecimientos se vuelven en nuestra contra cuando nuestro padre, científico, decide abandonar el refugio y es declarado como proscrito, una calificación que se extiende a nosotros también. Sorteando los obstáculos hasta el mundo exterior, comenzamos a hacer nuestras primeras elecciones. Esta secuencia de juego, la que se desarrolla el interior del seguro refugio 101, contrasta de inmediato con el impacto que provoca contemplar un universo desolado, desde el promontorio a la salida de la que había sido hasta ahora nuestra casa.

Contraanálisis

En este momento se inicia la auténtica aventura de Fallout 3. En un paisaje que es mucho peor que la peor de nuestras sospechas. Todo es destrucción y desolación. Es magnífico contemplar cómo este juego de cambios entre dos mundos se traslada al jugador provocando esa misma sensación de asombro y tristeza. Da comienzo una frenética lucha por la supervivencia con el objetivo de localizar a nuestro padre e intentar comprender el porqué de todo lo ocurrido hasta ahora. Los paisajes de una ciudad como Washington desvastada por la guerra hacen mucho más creible todo lo que sucede a nuestro alrededor.

Sed y desesperación son las constantes en Fallout 3, y no sabrás la definición verdadera de cualquiera de ellas hasta que bebas el agua contaminada por la radiación par adquirir algunos puntos de salud. Agua y comida pueden curarte, pero casi todo ha sido contaminado por la radiación. Tendrás que usar una medicina para controlar los niveles de radiación que absorbes  por comer, beber o pasear por zonas calurosas, causando un desequilibrio interminable que subraya la lucha para sobrevivir de todos a quienes conoces y enfrentas.

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Más ingredientes que agudizan nuestra percepción del caos que rodea a toda la aventura. No basta con conseguir avanzar por el mundo en busca de nuestros objetivos, sino que todo lo que puede sernos útil también puede llevarnos a la muerte. Esa sensación de impotencia resulta a veces agobiante por la dificultad de algunos de los entramados que componen la aventura.

Hay muchas tareas además de combatir: explorar, buscar rutas alternativas y objetos, conversar, etc. Los diálogos pueden variar en función de las habilidades que potenciemos. Por ejemplo, si tenemos mucho carisma, es posible flirtear con chicas. De nuestras respuestas y otras acciones que cumplamos depende nuestro karma (bueno, neutral o malo), lo que a su vez abre nuevas rutas. Para administrar nuestro esado, los objetos o cualquier otra cosa existe el PIPBoy, un interfaz integrado ne nuestro brazo con el que podemos hacer de todo.