Desde siempre... Silent Hill

Se hace difícil entender, incluso para los que lo hemos vivido, que hayan podido existir épocas de nuestra vida sin móvil, sin mp3, sin Internet y, sobre todo, sin nuestra Play.

Lejos del artículo retro o encaminado a rememorar las viejas hazañas a golpe de joystick, esta sección pretende ser un pequeño homenaje a esas sagas que, a lo largo de los años, han ido acompañando siempre a las diferentes generaciones de consolas de Sony, como compañeros fieles en su avance. Esto nos permitirá comprobar, si han evolucionado al mismo ritmo de las consolas o no han sabido adaptarse a los nuevos tiempos.

Para inaugurar esta sección, Silent Hill, una de las estrellas del mercado de los videojuegos que ha aportado, en su larga vida consolera, 6 juegos a nuestro mundo Sony.


La saga Silent Hill nace en 1999 de la mano de Konami, convirtiéndose en el primer juego del género Survival Horror (siglas SH ¿coincidencia?) conocido hasta la fecha. Desde este momento, arranca una de las más potentes y apreciadas sagas del género que nos presentará distintas historias que tendrán en común su desarrollo en la extraña y lúgubre localidad de Silent Hill ¿nos acompañas en este viaje?

Harry Mason, escritor viudo y padre de la pequeña Cheryl, es el personaje central de esta primera entrega. Apesadumbrado por las constantes referencias de Cheryl hacia un lugar llamado Silent Hill, decide llevarla hasta esa localidad durante las vacaciones, buscando una respuesta a esos extraños sueños. Justo cuando están llegando sufren un aparatoso accidente; cuando Harry despierta, Cheryl ha desaparecido.

Así nos sitúa el juego en el inicio de la aventura en nuestra vieja Playstation. Con una ambientación excepcional y una combinación casi perfecta de luces y nieblas, Silent Hill, consigue meter el miedo en el cuerpo de todo aquel que coge el mando de la consola. Gran parte de este éxito, corresponde a una magnífica banda sonora realizada por Akira Yamaoka, que nos acompañará a lo largo de la saga como una parte esencial de la historia del juego. Este primer juego, además, contiene multitud de referencias veladas a películas, escritores y sucesos fantásticos que lo hacen aún más interesante.

No había lugar a dudas: Silent Hill debía continuar y Konami no perdió el tiempo. Es curioso comprobar como ya por aquel entonces se dislumbraba la potencia de esta serie, creando dos corrientes muy distintas y muy seguidas. O te habías enamorado del juego, o te volcabas en una lucha por poner en evidencia todas las carencias, existentes o no, del mismo. A juicio de este humilde redactor, creo que fue el miedo pasado en estas dos entregas el que acobardó a muchos y los hizo emitir voces en contra de este juego porque, fan o no, nadie puede discutir a día de hoy la enorme calidad del mismo en aquellos años.

"Te espero en mi lugar especial. Ven a Silent hill". James Sunderland no podía creer lo que estaba leyendo. Mary, su esposa, hacía tres años que había muerto y ahora le escribía citándole en ese pueblo. Este es el hilo argumental con el que arranca esta segunda entrega de la serie. Una entrega marcada por las excelentes críticas recibidas del primer juego y que, a ojos de muchos, sería difícilmente mejorable. Pero Konami realizó un buen trabajo. Dotó al juego de un argumento sólido, acompañado de situaciones de auténtico terror psicológico y muy bien solventadas.

Los personajes secundarios tienen un papel importantísimo en el desarrollo de la historia para llegar a comprender los misterios que encierra nuestro famoso pueblo. Una historia marcada por multitud de simbolismos y referencias explícitas a la culpa, el amor y la soledad. Un thriller psicológico en forma de juego que embelesa o repele, en función del aguante que tengas ante las situaciones tenebrosas. De nuevo Akira Yamaoka dota de una música fascinante a la historia, marcando aún más los momentos más tensos de la misma. Una obra de arte para muchos y, sin lugar a dudas, una auténtica lección de aprovechamiento gráfico que ya quisieran muchos juegos de la generación actual. Y aún estábamos sólo en manos de la Playstation 2.