Análisis Art of Fighting

Hay tres fases de bonus, y en cada una podremos entrenar y conseguir una de estas tres características. Además, exite un super-movimiento llamado Desperate Attack que sólo puede ejecutarse cuando nos queda muy poca vida.

La velocidad a la que trascurren las peleas es bastante buena, algo menor a la de Street fighter II Turbo, pero mayor que la del SFII original. El apartado técnico de Art of Fighting era uno de los mejores de su época.

Los luchadores son gigantescos y bien diseñados, y gracias al zoom en los combates (otra innovación del juego), el área de lucha se hacía más amplia, abriéndose en zoom cuando los luchadores se alejaban.Las animaciones son buenas, aunque ahora resultan rígidas.

Otra señal de identidad de AOF es que las caras de los luchadores se van defomando con los golpes, con moratones y sangre, un detalles bastante espectacular. Esto, unido a la contundecia de los golpes hace que las peleas resulten satisfactorias, y los golpes "duelen" de verdad XD. A esto ayuda unos efectos de sonido igualmente contundentes.

La música cumple, y algunas melodías son realmente buenas, con calidad de sonido superior a la de los 16 bits. Además, el juego tiene voces para narrar algunos diálogos y partes de la historia, todo un logro en esos años.

En resumen, un apartado técnico bueno, que acusa los años en las animaciones, pero que sigue resultando muy vistoso. La dificultad en Modo Historia es alta, y aún en nivel fácil (podemos elegir fácil, normal, difícil o "dificultad recreativa") resulta complicado llegar a los dos jefes finales, y muy complicado superar a estos. Eso sí, hay continuaciones infinitas.

Los luchadores controlados por la consola se comportan con bastante inteligencia, y salvo algunos fallos, tienen una IA decente.

Más que nunca, el mejor método de control es el Mando Clásico. Se puede jugar con el de Gamecube (pésima cruceta) y con el Wiimote (injugable, ya que hay que utilizar los botones 1 y 2, el A e incluso el B), pero sólo con el Mando Clásico se obtiene una buena experiencia.

Nuestro luchador responde muy bien a los comandos, e incluso las magias más difíciles se dominan con un poco de práctica. Eso sí, lo del botón de golpe fuerte (patada o puñetazo depende de lo que hayamos pulsado antes) es un sistema bastante incómodo, aunque no es imprescindible en el juego.

En definitiva, Art of Fighting fue un gran juego cuando salió, y todavía hoy es recomendable. Aunque los dos únicos modos de juego, las animaciones y el sistema de botones se han quedado anticuados, los gráficos y personajes, el buen control y repertorio de golpes de los protagonistas y la sensación de solidez general del juego hace que merezca la pena para los aficionados a la lucha 2D.

Personalmente, es uno de mis juegos míticos, tiene ese "algo" que hace que vuelva a jugar el Modo Historia una y otra vez. La dificultad de los combates finales le asegura una larga vida. La contundencia de los combates y los pequeños detalles hacen de este limitado juego un clásico.