Apple creó su propia consola y fue un auténtico fracaso

Apple - Consola Pippin

Actualmente existen grandes compañías que se han convertido en pilares dentro del sector de los videojuegos. Por un lado está Nintendo, que se dedica en exclusiva a este sector, mientras que por el otro está Sony y Microsoft que han logrado abarcar diferentes actividades comerciales incluida esta con PlayStation y Xbox. Estas dos compañías fueron las únicas que salieron exitosas en su inversión dentro de los videojuegos, sin embargo no fueron las únicas que lo intentaron.

Aunque en la actualidad Apple es una de las marcas más populares a nivel tecnológico, en los años 90 consiguió un auténtico fracaso en su intento de entrar en el mundo de los videojuegos. Esta compañía colaboró con Bandai para lanzar en 1996 la consola Pippin con la que solamente consiguió vender un total de 42.000 unidades.

Si bien por aquel entonces las grandes compañías de videojuegos también estaban empezando, a diferencia de Apple, Nintendo consiguió vender hasta 500.000 unidades con su consola N64 en sus primeros días de lanzamiento. Fue por las malas ventas que la compañía rápidamente paró la producción haciendo que la consola se quedara obsoleta al siguiente año de su lanzamiento.

Pippin, la consola fallida de Apple

La consola Pippin de Apple salió al mercado en 1996 por un total de 600 dólares, un precio bastante más elevado que las consolas PlayStation y Nintendo 64 que también salieron al mercado por aquel entonces. A diferencia de otros modelos esta no contaba con almacenamiento integrado para albergar juegos pero tenía una capacidad de almacenamiento era de 128 kilobytes para otras configuraciones.

Esta consola destaca por contar con una bola de ratón en el medio de su controlador, y por ofrecer una versión inalámbrica del mismo, siendo algo muy innovador para aquella época. Algo bastante innovador también era que sus juegos no estaban limitados a regiones, un problema bastante notable en aquel entonces.

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Esta consola contaba con un puerto VGA para poder conectarlo al monitor de un PC. También era compatible con el estándar PAL y el estándar NTSC por lo que se podía conectar a la mayoría de televisores de aquella época. Estas adaptabilidad no compensaba la mala calidad de sus juegos, los cuales no podían competir con los juegos que se lanzaban para otras consolas de los años 90, siendo el máximo ejemplo PlayStation.

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