Análisis Apache: Air Assault

En cuanto a los efectos gráficos el humo volumétrico ofrece un resultado bastante óptimo mientras que las distintas explosiones dejan algo que desear. También cabe descatar el deterioro visual y los daños mecánicos que presenta nuestro pájaro de acero, lo que sumado a un apartado sonoro de impacto (francamente bien recreado, especialmente el sonido de la metralla al impactar con el casco) ofrece una cota inmersiva destacable.

Pese a ello y como decimos, algunas texturas y modelos como el de los enemigos y las infraestructuras enemigas en general no presentan el detalle esperado y empañan el acabado final, aunque el gran detalle de nuestros vehículos y un motor gráfico que soporta suficientes elementos en pantalla sin ralentizaciones logran un conjunto casi notable, bastante digno en general.

Jugabilidad:

Apache: Air Assault se define muy bien con tres palabras: "Simulador de Combate". Gaijin se aleja del control semi-arcade de IL-2 Sturmovik y de otras propuestas en la aviación consolera como Tom Clancy's HAWX o el último Ace Combat para proponer un título de pilotaje exigente, nada comparado con otros simuladores como X-Plane, pero sí lo bastante como para contentar a unos fans habituales del PC que pedían a gritos más títulos de este corte en consolas mientras que sus distintos modos de dificultad y su control facilita el acercamiento a cualquier profano del género.

El control se basa en manejar el Apache con los dos sticks, el derecho para controlar la altitud y el giro y el izquierdo para acelerar, frenar y movernos lateralmente. Lo completaremos con el uso de los gatillos para apuntar/disparar y los botones frontales para cambiar de arma. En todo momento el manejo del helicóptero es preciso, sencillo pero sin espacio para demasiadas maniobras extravagantes, pues notaremos el peso de los distintos modelos, así que las cabriolas tendremos que dejarlas para otro tipo de juegos.

La gran diferencia la aporta el Modo Realista, que exige estabilizar el Apache casi de forma continua, así como repostar y recargar munición aterrizando en distintos helipuertos, donde de paso podremos reparar los daños que la maraña de proyectiles haya causado en el casco. Sobre la munición decir que el modo fácil recarga de forma automática los misiles una vez se acaben (la ametralladora es infinita) y solo nos deja sin ellos un tiempo, mientras que el modo realista sí que obliga al repostaje.

Estos dos contrastes de dificultad permiten que tanto el aficionado más exigente como cualquier novato que quiera acercarse disfrute de la experiencia de una forma satisfactoria. En el modo veterano y en realista las misiones más avanzadas consiguen ofrecer un grado de dificultad muy elevado, un verdadero reto que se agradece y expandirá la durabilidad del juego sobremanera.

Otra variante aparte del disparo en movimiento es la posibilidad de dejar en suspensión el Apache y activar una cámara de inflarrojos para derribar enemigos preocupándonos únicamente por apuntar y acertar. Parece sencillo pero en esos momentos seremos un blanco fácil, así que esta opción se presenta útil si queremos abatir blancos a cierta distancia desde una posición cómoda (posición que obviamente puede cambiar en cualquier momento). Es una buena variante táctica y jugable que le suma diversión y variedad y se agradece.