[Análisis] Razer Ouroboros

Su sensibilidad, opción a adaptarse a la alfombrilla y por supuesto la velocidad de respuesta nos ha cautivado. En cuanto lo tengáis en la mano os llamará la atención su peso, 115 gramos para ser más exactos. Algo elevado si estáis acostumbrados a ratones como los de la serie Naga, también de Razer. No obstante como decimos, su robustez unida a la tecnología empleada hacen del Ouroboros un periférico que está al alcance de muy pocos debido a su precio, 150 euros, pero cuyo rendimiento es francamente espectacular.

Al igual que otros tantos productos de Razer, Ouroboros emplea Synapse 2.0 para su configuración. En otros análisis ya hemos hablado de la fácil utilización de la aplicación y en este caso no es para menos. Como mencionábamos anteriormente, podremos configurar a nuestro antojo los botones laterales y superiores, incluso asignarles diferentes perfiles en base al uso que queramos darle. También tenemos la opción de iluminación y que permite que mantengamos encendidos  o apagados los leds en tono verde del ratón.

La pestaña calibrado es una de las que más nos ha sorprendido. En ella se nos permitirá elegir el tipo de alfombrilla que vayamos a emplear. ¿Para qué? Pues ni más ni menos para que el sensor se adapte de una manera u otra a ésta. Eso sí, solo si tenéis alfombrillas de la marca que nos ocupa conseguiréis sacarle partido; no obstante el programa nos permite asignarle cualquiera. En alimentación se nos indica la cantidad de batería que nos queda en caso de que estemos utilizando el periférico de manera inalámbrica. De todas maneras, los leds situados en la parte superior del mismo nos señalan mediante tres rayas la carga del ratón.

Conclusión

En definitiva el Razer Ouroboros cumple las altas expectativas que se esperan de un ratón de semejante gama. No obstante tiene algunos puntos negativos. Su ergonomía puede que no termine de convencer a todo el mundo. Dado que hablamos de un periférico que se adapta tanto a zurdos como diestros, logicamente su forma debe ser la misma para ambos. Los accesorios que parecen dotar de "alas" al ratón frenan en algunos casos (dependiendo de la alfombrilla) su deslizamiento, por no hablar de que no terminamos de encontrar ese punto exacto entre la altura y la largura. Como se suele decir, "sobre gustos no hay nada escrito", a nuestro parecer el ratón más cómodo que se puede encontrar a día de hoy en el mercado es el Razer Naga. Son muchas las horas que hemos pasado con Ouroboros tanto jugando como utilizándolo para otro tipo de tareas y enfrentarnos a un periférico tan pesado y ancho nos ha pasado factura, avisados estáis aquellos jugadores que seáis de manos estrechas y pequeñas.

Entre otros handicaps encontramos su precio, sin duda lo que a más de uno echará para atrás. Sus 150€ restringen bastante el poder hacernos con él, más aún sabiendo que tenemos otras opciones dentro de Razer que si bien no ofrecen sensaciones tan espectaculares con el control, si nos brindan algo más de comodidad y un rendimiento parejo, aunque no superior.

Por último hay que mencionar la durabilidad de la batería en caso de que se esté utilizando en modo inalámbrico. Apenas 10 u 8 horas nos ha  durado, teniendo que depender del soporte para recargarlo. De todas maneras si esto supone un engorro, siempre podéis conectar el micro-usb al ratón y reponer la pila AA cuando os vayáis a la cama, porque sí, Ouroboros consume su batería incluso estando inactivo.

Aún así, estamos hablando de un periférico de la más alta gama dentro de Razer como lo puedan ser los auriculares Tiamat o el teclado DeathStalker Ultimate. Esto implica el uso del sensor 4G a 8200 dpi, y creednos cuando os decimos que pocos periféricos os transmitirán tal sensación de precisión como él. Un complemente perfecto e ideal para todos aquellos que se puedan dar un capricho y tener entre sus manos el que posiblemente sea uno de los ratones más punteros del mercado, sino el que más.