Análisis placa base Gigabyte G1.Sniper 5

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Llega a nuestras manos una de las mejores placas de Gigabyte para los procesadores Intel Core de cuarta generación, preparada para aguantar la next-gen sin despeinarse

22/01/2014 11:55
Hoy analizamos la placa base para Socket Intel conocida como Gigabyte G1.Sniper 5. Para dejar las cosas claras desde un principio, no estoy seguro de que esta Gigabyte G1.Sniper 5 sea el desayuno de los campeones como los Frosties de Kelloggs, no nos la hemos zampado, pero sí podemos decir que es la placa base de los campeones.
Imagen asociada al video 26125

Hablamos de una placa base de gama alta, altísimo diría yo, una de las mejores placas base actualmente para procesadores Intel, aunque evidentemente la calidad se ha de pagar en esto de la tecnología. La Gigabyte G1.Sniper 5, con suerte, podéis encontrarla en ciertas tiendas por unos 400 euros aproximadamente.

Evidentemente, aunque el precio tire para atrás en estos tiempos que corren, comprar un modelo de esta placa base Gigabyte significa despreocuparse por años, despreocuparse de asegurarnos de que no nos han vendido gato por liebre, o despreocuparse de que nuestra placa base sea lo suficientemente buena e incluya las últimas tecnologías, como para unir los diferentes componentes de nuestro ordenador sin producir ningún cuello de botella.

Completa, con la última tecnología en todos los aspectos, y además de alta duración con tecnología Ultra Durable 5 Plus de Gigabyte, introducida en la octava generación de placas de la empresa (como es el caso), que permite un rendimiento máximo, pero asegurando una refrigeración a la altura.

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La Gigabyte G1.Sniper 5, una placa de campeones

Gigabyte G1.Sniper 5 está diseñada para sacar el máximo partido a los procesadores de 4ª generación de Intel Core, por lo que sólo es compatible con el Socket LGA 1150 (no es retrocompatible con el anterior socket LGA 1155), un estándar que pretende quedarse varios años más en las placa base para Intel, así que no os preocupéis por ello. Esta placa es de las mejores opciones del mercado, sino la mejor, para vuestro Intel Core i7, Intel Core i5 o Intel Core i3 de cuarta generación. Aparte tenemos la gama de procesador de Socket 2011, con bestias como el Intel Core i7-4960X, pero eso ya es otro cantar, además de 900 euros de desembolso para que el rendimiento suba ligeramente, lo que creemos que es una exageración para jugar en la next-gen...

Sí, cierto es que para nuestro Intel Core i7-4770K, que por cierto ha bajado bastante de precio y sabiendo su rendimiento es una estupenda opción a tener en cuenta, existen otras placas más económicas. Pero como decíamos, hablamos de lo mejor del mercado, la gama más alta, la que utilizaría Bruce Wayne para sus juguetitos, en el caso de que Batman existiera de verdad.

Pero veamos más características de esta placa base, que soportará todas las peticiones de los más jugones. Repasemos primero el panel trasero de puertos y que incluye: dos puertos USB 2.0 y un puerto PS/2 para teclado o ratón, una salida óptica para cable de fibra óptica y otra para coaxial, los jacks de audio típicos de cualquier placa (bañados en oro) incluyendo la entrada para el micrófono, un conector DisplayPort, dos puertos de red RJ-45, dos HDMI y seis puertos 3.0. Es decir, no le falta de nada.

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Panel trasero con puertos bañados en oro

Vamos ya con las características “internas” de la placa, en primer lugar la memoria ram. Tiene cuatro módulos de memoria RAM que es compatible con memorias DDR3 y admite hasta 32 GB, si bien es cierto que, como sabéis, dependiendo del sistema operativo podría reconocer menos. Por supuesto arquitectura de doble canal, fácil de identificar por los colores, compatible con memorias de altas prestaciones, desde los 1333 MHz hasta los 3000 MHz (O.C.).

Aunque evidentemente es recomendable una buena tarjeta gráfica para jugar, o varias en modo crossfire de AMD o SLI de nVidia, como por ejemplo las gráficas R9 290 o GTX 770 respectivamente, esta placa base trae su propio procesador gráfico, con dos HDMI y un DisplayPort como hemos visto anteriormente bañados en oro (aumentado la fiabilidad y longevidad evitando desgaste de los conectores), que soporta una resolución de hasta 4096 x 2160. Una gráfica integrada de, como máximo, 1GB de memoria compartida. Por supuesto, se trata de una gráfica bastante potente para tratarse de una integrada, pero muy lejos del rendimiento de las citadas anteriormente. Es decir, para jugar con las máximas prestaciones, será importante adquirir otra tarjeta gráfica y no usar la integrada, que nos puede servir únicamente para mover algún juego de hace años y para “trabajar” en programas de ofimática y demás.

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